Concluye la remodelación del Hórreo tras una larga demora

Al fin funcionan los semáforos y se encuentran habilitados todos los carriles // Imagen más ‘humana’ y con preferencia peatonal
Reurbanización do Hórreo
F. Cernadas
Ayer se puso en funcionamiento la vía reacondicionada. Foto: A.H,

Tras mucho esperar por los semáforos, finalmente, ayer se abrió al completo el acceso al tráfico rodado de la Rúa do Hórreo. Con las balizas instaladas en ambos lados y también las luces que delimitan el carril bici, se puso punto y final a una obra que se prolongó más de un año cuando la previsión inicial era de cinco meses. Con todos los elementos en la vía, arrancó una obra no exenta de polémica y que tendrá que analizarse a lo largo de estas semanas. Por lo de pronto, este pasado mediodía las colas fueron superiores a las habituales.

En este sentido, aunque muchos peatones ya utilizaban este paso de preferencia peatonal, apartando las vallas, ahora lo podrán hacer de manera legal y sin aparente riesgo para su integridad física, puesto que los compostelanos ya están acostumbrados a este tipo de plataformas, una vez se han aclimatado al cruce del nudo de Concheiros. Teniendo en cuenta que este espacio era empleado por los viandantes, la principal novedad vendrá marcada por la regulación semafórica, ya que provoca cambios en el empleo de la zona. Así, desde ayer, se dejó el uso de la luz ámbar (utilizada en estos últimos días), lo que implica que los vehículos se deben detener, una vez se habilita la intersección de los peatones, tanto en el interior del espacio, entre ambos cruces, como en las rotondas situadas en ambos extremos.

Precisamente, la situada al sur, junto a la subida de San Pedro de Mezonzo, marcará la próxima actuación en esta calle, puesto que ya se tiene todo preparado para sacar a licitación la obra que convierta en fija esta glorieta de carácter provisional. Por su parte, en el giro superior, que acumula buena parte del tráfico del centro, más todavía tras el cierre de la entrada sur de la estación de tren (no hay posibilidad de acceder a la terminal sin pasar por ella), se generaron los primeros colapsos, fruto de la pequeña distancia que hay entre la rotonda y la plataforma. Así, a partir del segundo vehículo parado ya se interfiere en el funcionamiento de la plaza circular.

En todo caso, más allá de la polémica por su afectación al tráfico, la apertura total de la obra supone dejar atrás otro de los trabajos más importantes llevados a cabo en el corazón de Santiago. El proyecto de humanización implica un cambio grande en esta vía principal, pasando de ser una carretera amplia que marcaba una de las salidas de la ciudad a un espacio de circulación lenta y con preferencia para los caminantes.

De este modo, ahora podrá ser aprovechada, sobre todo, por quienes empleen la pasarela de la Intermodal y aquellos que bajen por las escaleras históricas de la estación de tren. Asimismo, en el futuro servirá de paso previo a la gran plaza elevada de entrada a las vías del ferrocarril. Supone también la creación de otro vial para bicicletas, aunque no tenga conexión con ningún otro actualmente, así como un área para el descanso, dados los bancos colocados en los laterales.

Por todo ello, se culminó otro de los planes potentes para convertir a Compostela en una ciudad más amable con los vecinos y los peatones, siguiendo la línea de San Pedro y Concheiros o la futura propuesta para el Restollal. Cabe recordar que, además de la preferencia para los viandantes, la velocidad, a pesar de los dos carriles por lado, se reduce a 20 km/h.