Un webinar, que se podrá seguir hoy en directo en el canal de Youtube de la CdC, analiza está escritura que durante siglos fascinó al mundo // Participará César Guerra TEXTO S. Cuiña

Desentrañando los grandes misterios de los jeroglíficos egipcios

Sandra Cuiña

Los jeróglifos egipcios fascinaron durante siglos al mundo entero. Los enamorados de esta cultura milenaria tendrán hoy la oportunidad en el Gaiás de desentrañar sus misterios en un webinar impartido por el historiador del arte y egiptólogo César Guerra. Con él las personas que decidan seguir online esta charla podrán adentrarse en el apasionante mundo de la escritura geroglífica de una manera divulgativa y didáctica, para comprender su funcionamiento y estructura, las principales claves para interpretar un texto y también el sistema cultural, religioso y artístico que rodeaba la figura de los faraones. Se trata de una actividad que se realiza al hilo de la exposición que acoge la CdC Faraón. Rey de Egipto, ya que las piezas del BritishMuseum expuestas en esta muestra brindan la oportunidad perfecta para ahondar en esta fascinante cultura descifrando los mensajes que esconden sus inscripciones.

Los interesados podrán seguir la emisión en directo a través del canal de Youtube de la CdC, a partir de las 12.00 horas. Además, para seguir mejor la actividad se puede imprimir o descargar el material en el Facebook de la Cidade da Cultura.

Los jeroglíficos son un sistema de escritura inventado por los antiguos egipcios. Fue utilizado desde la época pre-dinástica hasta el siglo IV. Los antiguos egipcios usaron tres tipos básicos de escritura: jeroglífica, hierática y demótica; esta última corresponde al período tardío de Egipto. La escritura jeroglífica constituyó, probablemente, el sistema organizado de escritura más antiguo del mundo, y era utilizada principalmente para inscripciones oficiales en las paredes de templos y tumbas. Con el tiempo evolucionó hacia formas más simples, como el hierático, una variante más cursiva que se podía pintar en papiros o placas de barro, y aún más tarde y debido a la creciente influencia griega en el Cercano Oriente, la escritura evolucionó hacia el demótico, fase en la que los jeroglíficos primigenios figuran bastante estilizados, produciéndose la inclusión de algunos signos griegos en la escritura.

Se estima que este sistema se comenzó a utilizar hacia 3300 a. C., aproximadamente en la misma época en la que surgió la escritura cuneiforme en Mesopotamia. Fue empleada durante más de 3.600 años, pues la última inscripción conocida se graba el 24 de agosto de 394 y se encuentra en el templo de File.

Durante muchos años se consideró que la muestra más antigua de escritura jeroglífica egipcia era la Paleta de Narmer, encontrada durante unas excavaciones en Hierakonpolis (la moderna Kawm al-Ahmar) en la década de 1890, que fueron datados ca. 3200 a. C. Sin embargo, en 1998 nuevas excavaciones en Abydos fueron halladas muestras de proto-jeroglíficos, datados del período Naqada IIIa del siglo XXXIII a. C. Los símbolos eran también figurativos: representaban algo tangible, a menudo fácil de reconocer, incluso para alguien que no supiese el significado del mismo.

Y es que, para diseñar este tipo de escritura, los egipcios se inspiraron en su entorno: objetos de la vida cotidiana, animales, plantas, partes del cuerpo, etc. Durante el Antiguo, Medio y Nuevo Imperio se calcula que existían alrededor de 700 símbolos jeroglíficos, mientras que en la época greco-latina, su número aumentó a más de 6.000.

Algunas de estas incógnitas se despejarán hoy en este webinar organizado con motivo de Faraón. Rey de Egipto. La exposición explora el simbolismo y el ideario de la monarquía egipcia, al tiempo que intenta desvelar las historias que se ocultan detrás de los objetos y de las imágenes que ha dejado como herencia esta antigua civilización.

La muestra llega a la Cidade da Cultura de la mano de la Fundación la Caixa y el British Museum –en colaboración con la Xunta de Galicia y en el marco del Xacobeo 2021– con 140 piezas de la colección del prestigioso museo británico.