Desfase en septiembre con más de 120 denuncias por fiestas en pisos

A pesar de los llamamientos a la responsabilidad, los jóvenes siguen haciendo oídos sordos // Las multas son de 200 €
Sandra Cuiña
Restos de un botellón en un banco de la céntrica calle de Alfredo Brañas. Foto: ECG

Los estudiantes siguen haciendo oídos sordos a las peticiones de responsabilidad social por parte del Ayuntamiento de Santiago y de la USC. Así lo demuestran día tras día los datos del parte de incidencias de la Policía Local, que en la noche del miércoles tuvo que acudir a siete pisos en los que se estaban celebrando fiestas.

Parece que las sanciones que se imponen por este motivo, que son de doscientos euros, no están tendiendo el efecto disuasorio deseado. Estas multas se ponen atendiendo a la ordenanza de ruidos, que es el motivo por el que puede sancionar Raxoi.

De hecho, solo durante el mes de septiembre se celebraron en la capital gallega 123 fiestas en viviendas particulares, a pesar de las continuas advertencias de las autoridades por el peligro que pueden suponer este tipo de reuniones para propagar el virus. La jornada más problemática fue con diferencia la del jueves pasado, con 28 denuncias interpuestas por los agentes por celebraciones en inmuebles. Además, ese mismo día la Policía también desalojó un pub del casco histórico, en el que había más de 70 personas en su interior y que superaba con creces el aforo permitido.

Esa cifra tan elevada en el primer jueves tras el inicio del curso universitario vino a confirmar lo que ya se sospechaba, que la mayoría de estas celebraciones son de universitarios, que los fines de semana vuelven a sus casas.

Asimismo, son frecuentes las reuniones de jóvenes en parques, zonas verdes, o pasadizos, que quedan para beber y que además incumplen otras normas como no llevar la mascarilla puesta, no respetar la distancia de seguridad, o por ser grupos de mas de diez personas. Sin ir más lejos, hace unos días se interceptaba a 15 jóvenes en las Brañas de Sar. Lugares como el Sarela o el barrio de San Lourenzo también son zonas que se escogen para realizar este tipo de actividades, que en estos momentos no están permitidas por la normativa.

El Ayuntamiento de Santiago está haciendo un gran esfuerzo para controlar las fiestas en pisos y los botellones, puesto que cuenta con un dispositivo especial y un refuerzo de las patrullas nocturnas con el fin de poder dar respuesta a las llamadas de los vecinos, que alertan de la realización de estas reuniones.

Cuando se produce una infracción de este tipo tiene que ser un vecino que resida en el mismo inmueble quien de el aviso a la Policía Local. Hay que recordar que en la actualidad, las restricciones sanitarias vigentes no permiten que los pubs y discotecas permanezcan abiertos. Tan sólo pueden hacerlo si tienen terraza y con el horario del resto de la hostelería.

El ocio nocturno de Santiago ya advirtió de que si no se les dejaba trabajar los jóvenes iban a buscar la forma de divertirse y a optar por organizar fiestas en pisos y pequeños botellones en parques y en otros puntos de la ciudad, algo que finalmente ha terminado ocurriendo.

Dadas las cifras del mes pasado y con el objetivo de concienciar a la población universitaria de Compostela de la importancia de seguir las pautas de distanciamiento social e higiene de manos, la USC y Asociación Hostelería Compostela se acaban de unir en una campaña con la que se quiere mentalizar al alumnado de la necesidad de desarrollar un ocio responsable, que se puede garantizar en los establecimientos de hostelería de la ciudad.

La iniciativa se llevará a cabo a través de las redes sociales, donde se difundirán una serie de vídeos, entre otro material divulgativo, destinados a fomentar el cumplimiento de las normas dictadas por las autoridades sanitarias. Desde la Asociación Hostelería Compostela se incide en que los locales son espacios seguros, en los que hay que cumplir una serie de medidas de higiene y control. Esas normas no suelen estar presenten cuando las celebraciones se llevan a cabo en domicilios particulares.

santiago@elcorreogallego.es