Desmadre antes incluso del curso: 20 denuncias en pisos y varios botellones

Bugallo, muy preocupado por la expansión del covid, pedirá ayuda a la Policía Nacional para frenar las fiestas universitarias
Sandra Cuiña
Los restos de botellenos en los parques y calles de la capital gallega se están repitiendo con mucha frecuencia. Foto: ECG

Los peores presagios del Ayuntamiento de Santiago se hicieron realidad este fin de semana, en el que la Policía Local se vio obligada a acudir a veinte fiestas que se estaban organizando en pisos, diez el viernes y otras tantas el sábado. Además, los agentes también tuvieron que personarse en varios botellones que se estaban celebrando en parques de la capital gallega.

Tal y como adelantó este rotativo, la llegada de los universitarios a Compostela con motivo del arranque del curso escolar iba a disparar estas celebraciones en las viviendas, algo que se ha constatado finalmente este fin de semana. En Raxoi ya se temían lo que iba a pasar y se reforzó el dispositivo nocturno de seguridad. De esta forma, hubo más patrullas destinadas a controlar los desmadres de los universitarios.

El alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, hizo ayer un nuevo llamamiento a la “responsabilidad de todos” ante el inicio del curso académico después de lo ocurrido este fin de semana. El regidor no se anduvo con paños calientes y dejó muy claro que la semana que comienza representa para la capital gallega “un gran reto”, que es la vuelta a las clases tanto en la universidad -desde ayer, como en Educación Secundaria y Formación Profesional, a partir de mañana.

Bugallo puso las cartas sobre la mesa y dijo que Santiago “se juega” durante los primeros 15 o 21 días del curso poder reducir las restricciones sanitarias que mantiene la ciudad “o si, por el contrario, es necesario ampliarlas”. Según el alcalde, “todo va a depender de lo que suceda en estas dos o tres primeras semanas”, y lo cierto es que el asunto no ha arrancado con buen pie.

Ante la llegada de miles de estudiantes universitarios durante los últimos días, el alcalde les pide que piensen “en sí mismos” pero también en “sus familias y terceras personas” antes de cometer actuaciones “irresponsables”.

Seguidamente, dio el dato de que entre el viernes y el sábado “se denunciaron 20 fiestas en pisos”, una decena cada día, lo que supone “un incremento notable” debido, según comentó, a que los locales de hostelería cierran antes --como muy tarde, a las 01.00 horas de la mañana-- y “hay quien no se resiste a dar la fiesta por acabada”.

Bugallo advirtió de que van a tener mano dura con este asunto y que la Policía Local tramitará “todas las denuncias, sea por botellón o por otros incumplimientos de la normativa”.

No en vano, avanzó que se entrevistará con el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, para poder contar con la “colaboración” de la Policía Nacional en esta labor.

“Dentro de nuestras posibilidades y capacidades, estaremos absolutamente atentos para tramitar todas las denuncias”, insistió el regidor compostelano, que además solicitó la “colaboración de todos”, tanto de estudiantes como de familias, vecinos, centros y universidades para evitar que la situación sanitaria empeore en Santiago y en consecuencia se tengan que aumentar las restricciones.

Y es que los factores de riesgo “no van a estar en el centro educativo”, puntualizó Bugallo, sino “después. En las actividades de socialización, fiestas, botellones, etcétera”.

Además de la veintena de fiestas que tuvieron lugar en pisos, con las consiguientes molestias para los vecinos, los agentes tuvieron que acudir el viernes a un botellón en la rúa da Caramoniña, donde había un grupo de chavales reunidos bebiendo a plena luz del día, pasadas las seis de la tarde. Los jóvenes fueron identificados y se les informó de que iban a ser multados. Asimismo, en la madrugada del sábado se localizó a otro grupo de jóvenes que estaban bebiendo alcohol en unas mesas del parque de Gijón. Una hora después, se identificaba a otra persona que estaba consumiendo bebidas espirituosas en la vía pública.

Asimismo, el domingo, a las 00.30 horas, la Policía Local tuvo que personarse en la finca do Espiño, junto al parque de Galeras, donde se estaba celebrando otro botellón.

Dado lo ocurrido el fin de semana y a pesar de las advertencias del Ayuntamiento, el panorama no es muy esperanzador, puesto que aunque hay jóvenes muy responsables y conscientes de la gravedad de la situación, hay otros tantos a los que no parece importarles la difícil situación sanitaria que vivimos.

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