Desolación total en la plaza de A Quintana: ni peregrinos ni la euforia de un Año Santo
Santiago. Desolación y silencio casi total. La imagen que ofrecía esta mañana de lunes la plaza de A Quintana, donde se encuentra la Puerta Santa de la Catedral de Santiago, nada tiene que ver con la habitual en un jubileo compostelano. Es cierto que los primeros meses del año no suele haber mucha afluencia, pero ni en los peores de los casos se ve la ciudad tan vacía de peregrinos.
La pandemia y las restricciones para contenerla han vaciado en los últimos meses el Camino y, por consiguiente, la ciudad del Apóstol, que deja panorámicas con aspecto tan desértico como las no recordadas durante un Xacobeo. En enero y febrero apenas llegaron a Compostela 63 peregrinos, una cifra no recordada en las últimas décadas. Las limitaciones de movilidad tanto a nivel nacional como internacional han supuesto un freno para que los peregrinos se lancen a la Ruta. De ahí que la Santa Sede haya decidido prorrogar el periodo jubilar hasta finales de 2022.
Además de en la Catedral y las principales rúas del casco histórico compostelano, la ausencia de caminantes también se nota mucho en el Centro Internacional de Acogida al Peregrino, situado en la rúa Carretas, donde en estas fechas del año, entrando ya en la primavera, las colas que se esperaban brillan por su ausencia. El último fin de semana se entregó de media al día una docena de Compostelas, tal y como explicó a EL CORREO esta mañana el canónigo de Peregrinaciones, Segundo Pérez.
Lo cierto es que la incertidumbre es total en lo que se refiere a la peregrinación o al sector turístico en general. En una reciente entrevista concedida a EL CORREO, el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, confiaba en la agilidad del plan de vacunación para poder hablar de una previsión sobre el Año Santo, pero por el momento las restricciones mantienen cualquier tipo de cálculo en ‘stand by’.
Con las limitaciones que se establecerán en Semana Santa todavía encima de la mesa, las esperanzas están puestas ahora en un alivio de las restricciones y un plan de promoción de la Ruta Jacobea de cara a la próxima primavera y verano.
En este contexto, el Gobierno de España acaba de comprometerse con la Xunta de Galicia a contar con un plan de recuperación del Camino antes del verano, para el que la administración autonómica reclama a la central nada menos que cien millones de euros.