“El cambio climático influye en el polen y en que haya más alérgicos”

Carmen Vidal sostiene que con mascarilla hay menos asma y rinitis // La jefa de Alergología del CHUS dice que la velutina “ha venido para quedarse”
Alergias
Mar Mera

Los alérgicos al polen se enfrentan a una primavera leve-moderada, aunque la doctora Carmen Vidal indica que “se espera así en toda España, pero sabemos que la presencia de más o menos polen depende de muchos factores, y todavía puede cambiar”.

En cuanto a los a los pólenes más frecuentes en Santiago, la jefa del servicio de Alergología del CHUS explica que “desde el punto de vista de la alergia, son los de las gramíneas, aunque hay que destacar la presencia de polen de betula (abedul) y parietaria. Es una zona con exposición muy diversa que incluye polen de árboles, gramíneas y algunas malezas”.

Preguntada sobre la influencia del cambio climático sobre las alergias, explica que “tiene efectos sobre muchas cosas y, por supuesto, sobre la presencia de polen, sobre el grado de alergenicidad de éste y de la posibilidad de que los pacientes se hagan alérgicos”.

En concreto, sobre el impacto de la contaminación sobre el polen, indica que “puede hacer que aumente su capacidad sensibilizante, es decir, que las proteínas del polen sean más potentes como alérgenos y, cuando una persona que tiene la predisposición atópica se expone a una proteína que es un potente alérgeno, es más fácil que llegue a hacerse alérgica y presente síntomas al exponerse”.

Añade que la contaminación puede dañar el epitelio bronquial y facilitar que penetren alérgenos. “La alergia”, explica, “se produce por una interacción entre dos formas de inmunidad, innata y adquirida. En la primera influyen agentes inespecíficos como exposición a virus y otros infecciosos e irritantes; la segunda es la específica de alérgeno y medida por una inmunoglobulina que se llama IgE”.

Destaca que el uso de mascarilla, por su efecto barrera, puede facilitar que haya menos problemas de asma o rinitis. “Minimiza la exposición y sin ésta no hay síntomas. Por otra parte, si la mascarilla no se renueva con frecuencia podría darse el efecto contrario por el cúmulo de alérgenos”, advierte la experta, que es Gallega del Año.

Sobre los problemas por picadura de velutina, recuerda que “sigue entre nosotros y creo que no se va a marchar. Por el confinamiento, atendimos menos pacientes por una menor exposición y menos picaduras, pero están ahí”.

Precisamente, en el servicio lideran una investigación internacional sobre las velutinas “en la que vemos en qué se parece o diferencia el perfil de alergia frente a otros himenópteros. Además, hemos puesto en práctica una prueba que ayuda a confirmar la actividad biológica de su veneno en sujetos sensibilizados junto a estudios del efecto protector de la vacuna frente a las avispas comunes para proteger a los pacientes alérgicos a la avispa asiática”.