El Concello no contempla subir por ahora el importe de las sanciones

Al igual que sucedió con las multas por beber en pisos, sólo tomarían la decisión si las incidencias van en aumento // Defienden la actuación realizada por un cuerpo policial “experto en la noche”
Fiestas
Brais Fernández
ALTERCADOS. Los agentes tardaron en disuadir a la gran aglomeración de gente. Foto: ECG

La larga noche de fiesta de la madrugada del jueves al viernes ha dejado secuelas en la ciudad. Las cuantiosas imágenes y vídeos que han circulado por las redes sociales en las últimas horas hablan por sí solas. Esa aglomeración desmadrada de más de 2.000 personas en la calle Curros Enríquez ha sido el epicentro, hasta el momento, de una problemática que se venía arrastrando desde semanas pasadas, un hecho que ha tenido grandes repercusiones, por el cual el Concello estudia tomar acciones, aunque entre ellas no está, por el momento, el incremento en las sanciones.

“El aumento de las cantidades de las multas son decisiones que no gusta tomar, por lo que a día de hoy no es algo que se esté valorando. Con todo, al igual que sucedió con el incremento de las fiestas en pisos durante el curso pasado (los expedientes aún se están tramitando), la decisión podría cambiar si la situación va in crescendo”, comenta en declaraciones a EL CORREO GALLEGO el concejal de Movilidad, Seguridad Ciudadana y Fiestas, Gonzalo Muíños.

Desde hace años, los jueves universitarios son la jornada cumbre de la movida compostelana, en la que no sólo salen los estudiantes de la USC, sino que a ellos también se suman amigos de otros puntos de la comunidad para pasárselo en grande. Esas importantes concentraciones de jóvenes en esos días en Compostela se multiplican en las previas de festivos y, sobre todo, en septiembre: primer mes de clases, con menor carga de tareas lectivas, y con buenas condiciones meteorológicas, lo cual invita a salir. A estos dos factores conocidos se suma, a día de hoy, el cierre temprano de los locales de ocio nocturno, una circunstancia que ha llevado a la juventud a seguir con la marcha en plena vía pública.

Así como en semanas anteriores con la actuación de las patrullas de la Policía Local, apunta el propio Muíños, los fiesteros se dispersaban con prontitud tras salir de la discoteca, no sin causar importantes ruidos, como recogían en este periódico los vecinos de la zona; en esta ocasión no es sólo que los que estaban en el interior se quedaran en la puerta, sino que a ellos se unieron otros centenares que acudieron a la concentración desde otros establecimientos o incluso desde sus pisos, alcanzando un volumen de gente descontrolado.

Esa gran aglomeración, en la que la masa esconde las individualidades, fue aprovechada por los tradicionales vándalos, aquellos a los que le gusta la gresca, para atacar al importante dispositivo policial que se había montado para la causa. Atenazados por la marabunta, los agentes actuaron con cargas y lanzamiento de salvas al aire, una acción que defienden desde la corporación municipal.

“Los cuerpos policiales de la ciudad llevan muchos años patrullando la noche y son perfectamente conocedores de cuales son las dinámicas de los jóvenes. En esta ocasión hubo un incremento de gente, pero con actuaciones por parte de ellos muy distintas, sin responder a los avisos policiales, y si tuvieron que responder de esa manera es porque no le quedó otro remedio”, enfatiza el concejal.

Las redes ardían durante estos dos últimos días con mensajes de todo tipo por parte de los estudiantes, especialmente en Salseo USC, la cuenta de Instagram con mayor número de seguidores. “A mi me pegaron un porrazo por estar llorando SOLA y pidiéndoles que me acompañaran a casa, que no sabía llegar desde allí porque habían cortado dos calles”, señalaba una chica. “A unas amigas y a mí nos metieron a empujones en un bar en el que no estábamos tomando nada y no nos dejaban salir. Entraron un montón de policías, nos pusieron contra la pared, nos quitaron los DNI y nos registraron una a una sin dar explicaciones”, comentaba otra.

A pesar de todas las incidencias señaladas, lo cierto es que, según los datos que manejan desde Pazo de Raxoi, el único herido que se documentó en algún centro médico de la ciudad fue el del agente de la Local que se luxó un hombro, fruto de una caída por un empujón.

En todo caso, Muíños fue tajante con cualquier persona que dude de la actuación de las fuerzas de seguridad. “Cuando tuvieron que actuar de esa manera es porque valoraron que no había otro modo de disolver a la gente. Tenemos el atestado de la Policía Local, muy bien explicado, y cualquiera puede venir aquí y conocerlo”, enfatizó.

Además, también quiso recordar que cualquier institución o partido político puede aportar soluciones. “Si tan sencillo parece quitar a la gente de la calle, que nos acerquen sus propuestas, pero que sean legales”, concluyó.

REUNIÓN CON LOS VECINOS. Como consecuencia de los actos que se están produciendo en las últimas semanas, los principales afectados, los vecinos de Barrio Jardín, especialmente aquellos que residen en la calle Curros Enríquez, tendrán una reunión telefónica con la agrupación municipal la próxima semana. En el encuentro, que está pendiente de confirmar por motivos de agenda, se buscarán puntos en común para mejorar esta situación.

SECTOR. Mientras, desde la Asociación de Bares Pubs e Discotecas de Compostela lamentaron la situación provocada por los botellones y añadieron que la solución “non pasa por cargas policiais cando xa non é viable controlar as aglomeracións”. En este sentido, entienden que “estas circunstancias perturban a boa convivencia e alteran o descanso da veciñanza”, si bien subrayan “a incongruencia de non poder traballar cos nosos horarios e aforos ofrecendo un ocio controlado, mentres que os parques, as praias e as prazas das cidades se convertían en botellódromos coa conivencia das administracións públicas locais e autonómica”.

Además, dada la actual situación sanitaria en el área de Santiago y Barbanza, reivindican “poder traballar co 100 % do nosos aforo e no horario que se estipula nas nosas licencias”.