El ‘nuevo’ San Caetano inicia el proceso para acoger a más de mil funcionarios

Dieciocho empresas aspiran al concurso para derribar las tres plantas de la antigua terminal de autobuses // Se espera que las obras comiencen en septiembre y acaben a finales de este año
Luis Álvarez
Estación de autobuses de San Caetano después del cierre de la instalación. Foto: A.H.

Las instalaciones de la antigua estación de autobuses de San Caetano están ya cerradas, y muy cerca de empezar a desaparecer. A partir del próximo año se espera que estos terrenos cambien los cientos de miles de viajeros que los usaban anualmente por entre mil y mil trescientos funcionarios que tendrán allí sus puestos de trabajo en los cuatro edificios que está previsto levantar en el solar cuando quede desocupado.

El destino del antiguo edificio, que este mes de agosto cumpliría cincuenta años de uso como estación, estaba ya decidido antes de que comenzara el traslado de los servicios a Clara Campoamor. De esta forma, un mes después de la inauguración, ya está abierto el concurso para derribar el antiguo edificio de tres plantas y dejar libre la parcela.

Un total de dieciocho empresas, según informaba ayer la Xunta, han presentado estos días sus ofertas para realizar estos trabajos de demolición, que cuentan con un presupuesto de un millón y medio de euros.

Las previsiones son que las obras de derribo puedan comenzar en torno al mes de septiembre, y que concluyan en torno a finales de este año y comienzos de 2022. Según informa la Xunta, la demolición se llevará a cabo empezando por abajo, en la zona donde estaban situadas las dársenas de autobuses, a la altura de la avenida de Rodríguez de Viguri.

Allí se desmontarán los hierros y los elementos de la cubierta, las envolventes metálicas y las carpinterías. También se desmontarán las estructuras metálicas y las pasarelas de conexión con la terminal de pasajeros, y se demolerá la estructura de hormigón sobre las dársenas.

A continuación es cuando se procederá a la demolición de la construcción superior, la situada a nivel de la plaza, y que corresponde a la propia terminal de autobuses. En esta fase, se llevará a cabo la demolición de las plantas superiores en sentido inverso, comenzando por la parte de arriba, para ir descendiendo.

En lo que se refiere al método de demolición, señalan que además de las herramientas manuales, se empleará la cizalla hidráulica, “un método para a demolición de estruturas con formigón e aceiro, que ademais reduce os riscos derivados da vibración que producen outros mecanismos de percusión”.

En lo que se refiere a la construcción de los nuevos edificios se convocó ya previamente un concurso, en el que resultó ganadora la propuesta denominada Mineral-Vexetal, debido a que integra el uso de estos dos materiales, de los que el último tendrá un papel muy destacado, tanto en el entorno de las construcciones como en la cubierta para facilitar su integración en el entorno, enlazando el casco urbano con la periferia.

La propuesta fue realizada por los arquitectos Celso López Martín y Jorge Salgado Cortizas, e incluye también la construcción de una pasarela elevada sobre la plaza de Camilo Díaz Baliño.

La edificación se hará en distintas fases, y de momento ya se está redactando el proyecto de ejecución para la construcción del primero de estos inmuebles. Con ellos, la Administración económica quiere también conseguir un importante ahorro, al reunir aquí muchas oficinas hoy en día en locales alquilados.