Insólito: cuatro mil vueltas al patio de su cárcel para lograr la compostela

Un grupo de reos de la prisión catalana de Brians-2 protagoniza esta increíble historia // Tras más de mil kilómetros recorridos sin salir del edificio pudieron obtener la acreditación
Iago Salgado
Una de las compostelas entregadas a los presos. Foto: X. R.

Aunque las formas reconocidas para realizar el Camino para obtener la compostela son tres (a pie, en bicicleta o en caballo), un grupo de reos del centro penitenciario de Brians-2, en Cataluña, protagonizaron una insólita historia: hicieron la Ruta dando vueltas alrededor del patio de la cárcel. Concretamente fueron 4.200, las necesarias para cubrir la distancia entre Brians-2 y Compostela, de algo más de mil kilómetros.

La iniciativa la tuvo uno de los presos, que en julio del año pasado se la comentó al cura del lugar, Xavier Rodríguez. “Al principio pensé que era una broma”, relata en conversación con EL CORREO, “pero luego ya organizamos todo para la ceremonia de apertura”. Se pidieron todos los permisos a la dirección del centro que, lejos de oponerse, se mostró encantado con la idea. Así, el 25 de julio de 2020 –coincidiendo con el Día de Galicia– se ofició la gran ceremonia con el grupo de internos decididos a emprender la Ruta. “Fue impresionante, la gente se iba callando a medida que íbamos pasando”, narra el cura. Los particulares peregrinos llegaron a elaborar un mapa “impresionante” en el que plasmaron tres rutas: “el camino de Jerusalén a Santiago, el tramo español y el itinerario desde Brians-2 a Compostela”.

A partir de ahí, los reos se fueron organizando para ir recorriendo cada día una parte de la Ruta, en función de los horarios de descanso del centro. El tamaño del patio del módulo equivale a “medio campo de fútbol”, y las vueltas que tuvieron que dar fueron 4.200. El padre Xavier comenta que algunos “fueron plantando” y que el líder “fue trasladado a otra prisión, pero en la nueva volvió a organizar otro Camino de Santiago”. Nadie supervisaba su itinerario, sino que eran ellos mismos los que llevaban la cuenta e iban apuntando diariamente las vueltas que daban.

No fue hasta abril de este mismo año cuando el primero de los cuatro presos consiguió completar el número de vueltas necesarias para cubrir los kilómetros estipulados. Cuando se lo comunicó a Xavier, este no dudó en ponerse en contacto con la Catedral compostelana, donde le atendió Segundo Pérez, presidente de la Comisión de Peregrinaciones. Al ser testigo de la insólita historia no dudó en mover hilos para conseguir que las compostelas llegasen a sus destinatarios, tal y como acabó ocurriendo.

Este particular Camino llegó a ser objeto de un documental cuyo estreno está previsto para este año, relacionado con las vivencias de la pandemia en una cárcel. La de Brians-2 se caracteriza por ser una prisión con un alto grado de fieles. De hecho, relata Xavier, “durante la cuarentena hicimos una oración multiconfesional entre católicos, evangélicos y musulmanes”. También celebraron el Corpus Christi. Con los escasos recursos disponibles, los reos elaboraron un altar de cartón piedra y una alfombra floral con serrín pintado, y el padre Xavier organizó una procesión junto a los devotos.