La Cabalgata de los Reyes ya recorría las calles en el s. XV

Melchor, Gaspar y Baltasar incluso accedían al interior de la Catedral // Allí, sobre un tablado, se representaba un auto
Sandra Cuiña
Los Reyes Magos entrando en la plaza del Obradoiro en el año 1987, junto al alcalde, Ernesto Vieitez. Foto: Jorge Gómez

Las colas que se organizaron a las puertas del teatro Principal para retirar las entradas para ver a los Reyes Magos en Bonaval ponen de relieve el interés que despiertan Melchor, Gaspar y Baltasar en Santiago, tanto entre los niños como entre mayores.

Y es que este año, tal y como adelantó EL CORREO GALLEGO, no habrá la tradicional Cabalgata de Reyes, debido a la crisis sanitaria del coronavirus.

Un hecho prácticamente sin precedentes, que ha roto con una tradición con muchos siglos de historia, tal y como publicó en la revista religiosa Alfa & Omega el investigador Xosé Sánchez Sánchez, quien afirmaba que la Cabalgata de Reyes ya se celebraba en la ciudad desde el siglo XV.

Así, este experto explica que desde una de las entradas a Compostela, que sería la Puerta del Camino, acompañados de un gran séquito y lujosamente ataviados, los Reyes Magos se dirigían a la Catedral, y en la plazuela del Paraíso o de los Cambios asentaban sus tiendas de viaje. Entraban después con toda solemnidad en el templo, se subían a un tablado y allí tenía lugar un auto de los Reyes Magos, una representación litúrgica y teatral que era muy común en la Edad Media.

Sánchez, técnico medievalista de la Catedral y profesor de Historia Medieval en la Universidad de Vigo, destacaba en ese artículo el grado de importancia que se le daba a esta cabalgata. De hecho, un artefacto recorría toda la nave central de la Catedral trasladando una estrella que emulaba a la de Belén, y que se llamaba el argadelo.

Era algo espectacular, que ponía un colofón de oro a la procesión. Sánchez siguió la pista a este mecanismo en los archivos de la basílica compostelana hasta el año 1506, en un documento. Y no mucho después, en el acta del 7 de enero de 1511, queda registrado haber sido echado de nuevo el argadelo.

La cabalgata no era muy diferente a las que se celebran en nuestros tiempos, puesto que también una multitud de personas acompañaban a Sus Majestades hasta la llegada a la Catedral.

Un desfile que este año no se podrá celebrar, pero que sí contará con una recepción de Sus Majestades en Bonaval que ha despertado gran expectación entre los compostelanos. Así lo demuestran las largas colas que hubo durante los primeros días de retirada de invitaciones en el teatro Principal, colas que daban la vuelta a la calle y subían hasta el Preguntoiro, a pesar del frío y la lluvia.

Y es que tan solo tres mil afortunados van a poder ver a los Reyes. El resto tendrán que grabar sus mensajes a los enviados de Melchor, Gaspar y Baltasar, Emi y Sario, que estos días recorren Santiago en su Seiscientos para que los niños les den sus vídeos.