La capilla de la Comunión de la Catedral estrena cubiertas

Abrió ayer al culto tras su restauración// Queda accesible como lugar de oración, guardando en ella el Santísimo Sacramento
Catedral de Santiago
María Hermida
RESTAURACIÓN. La capilla de la Comunión tras las obras de renovación. Foto: ECG

La capilla de la Comunión de la Catedral de Santiago fue abierta ayer al culto tras concluir los trabajos de restauración que se realizaron en sus cubiertas. A las ocho y media de la tarde, el arzobispo presidió una eucaristía en este enclave como parte del jubileo de los universitarios, en el marco del Año Santo Compostelano. A partir de hoy, la capilla quedará abierta como lugar de oración y silencio, y en ella quedará guardado el Santísimo Sacramento. En los próximo días, según informó la Catedral, se organizarán los turnos para poder exponer el Santísimo a la adoración de los fieles.

La intervención consistió en la restauración de la cubierta y el lucernario del octógono que define el volumen principal de la capilla, y con ese objetivo se procedió a la sustitución de todo el material de cobertura retirando la base formada por tablero de rasilla y hormigón. Tras esa actuación, se construyó una nueva formada por una cama de mortero de cal sobre la bóveda y sobre entablado y subestructura de madera para la solución del remate del frente y el encuentro con el tambor del lucernario. Al mismo tiempo, se montaron nuevas bajantes para servir como aliviaderos. Esta canalización de las aguas pluviales permitirá reducir la cantidad de agua concentrada que se vierte descontrolada al Patio de Xelmírez y las diferentes edificaciones colindantes.

También se sustituyó el lucernario existente por un nuevo elemento construido a base de perfiles y pletinas de acero inoxidable y vidrio, adaptado a la geometría octogonal de la cubierta.

El proyecto se realizó gracias a la colaboración de la Consellería de Cultura de la Xunta y contó con un presupuesto de 222.000 euros.

La Capilla de la Comunión es de estilo neoclásico y fue levantada hacia finales del S. XVIII por Domingo Lois y Lucas Ferro Caaveiro. Se erigió en el espacio que ocupaba desde principios del siglo XV la capilla del arzobispo Lope de Mendoza. El acceso se realiza a través de un nártex en el que se puede observar la hermosa imagen gótica de la Virgen del Perdón. Es una rotonda cubierta por una gran cúpula en la que las ocho grandes columnas jónicas cargan con el peso y desde el centro de la planta circular se puede observar el gran óculo en el centro de la cúpula iluminando el espacio.