La Unidad de Obesidad Mórbida de la Santos Prieto aborda, desde un punto de vista multidisciplinar los problemas que genera esta enfermedad en la población // Cada vez son más comunes este tipo de casos, los cuales afectan a todos los ámbitos de la vida, por lo que el trabajo de los expertos resulta vital // Fruto de la experiencia, los profesionales de la unidad aplican técnicas y tratamientos diferentes en cada caso // Hay que destacar cuatro grupos que están cobrando una especial importancia: los adolescentes, los mayores, personas con miedo a la cirugía y la obesidad en pacientes de edad media. TEXTO: Brais Fdez.

La obesidad mórbida: una pandemia que se encuentra oculta en la sociedad

Obesidad
Brais Fernández
Daniel Caamaño, psicólogo sanitario especialista en obesidad y trastornos de conducta alimentaria. Fotos: Santos Prieto

La Unidad de Obesidad Mórbida de Santos Prieto Cirujanos lleva tiempo dando a conocer los distintos tratamientos para la resolución de esta patología y también ha puesto encima de la mesa su importancia en cifras absolutas, la repercusión que tiene sobre la salud de cada individuo y la presión que supone sobre el sistema sanitario.

La obesidad mórbida, derivada del exceso de peso, pone en marcha una serie de enfermedades que disminuyen la cantidad y empeoran la calidad de vida del individuo, por lo que su resolución produce una mejoría e incluso la desaparición de las mismas.

En Galicia se estima que un 21 % de la población puede estar en esta situación, un gran grupo dentro del cual existen otros más específicos que necesitan acciones más dirigidas y que no siempre son el centro de consideración. Por ello, el grupo de expertos en nutrición, psicología, sueño, endoscopia, cirugía y acción física de Santos Prieto han analizado las variables específicas de dichas agrupaciones e intentan trasladarlas a la clínica para orientar a aquellas personas que se acerquen a una unidad interdisciplinar de expertos. “La excelencia y la aplicación de la evidencia científica es el eje conductor de nuestra acción”, explica el doctor Santos.

En este sentido, cada vez llegan a sus consultas más niños y adolescentes con criterios de obesidad (pesos muy superiores a sus percentiles, hábitos alimentarios inadecuados y ausencia de actividad física), ya que la mayor parte de las medidas terapéuticas y, específicamente, la cirugía, los ha excluido de los tratamientos. Lo mismo ocurre con los de edad avanzada y obesidad severa, porque los criterios de inclusión en cualquiera de los tratamientos disponibles ponen la barrera en los 60-65 años.

Con todo, el grupo más preocupante por el número son los enfermos que se encuentran en el grupo de edad en torno a los 30-50 años, que lleva cifras a la báscula muy superiores a las estándar, pesos que condicionan el inicio de algunas de estas enfermedades fundamentalmente metabólicas. “Ellos no se consideran enfermos ni obesos: la cirugía no ha de ser su tratamiento, pero hay que poner a su disposición otras acciones tendentes a disminuir y mantener su peso”, comentan.

Por último, cuentan con pacientes que a pesar de su situación de obesidad severa, conscientes de que la cirugía solo es el tratamiento eficaz para la corrección de sus problemas, son incapaces, por falta de adherencia a la medidas asociadas o por miedo severo al quirófano, poner en marcha los procedimientos necesarios.

Es importante identificarlos, encuadrarlos correctamente y como siempre, que las medidas sean las que la evidencia científica establece y dirigidas por profesionales altamente especializados, que sean capaces de descubrir incidencias, reconocer fracasos y reconducir errores.

PREPARACIÓN FÍSICA. El preparador, Daniel Campanero, en relación a estos grupos, enumera las acciones comunes a realizar: En lo que respecta a la actividad física hay un factor común en los pacientes con obesidad, la falta de adherencia a un programa de ejercicio físico o un sedentarismo prolongado durante años.

La carencia de actividad está presente en todos los grupos de población que sufren sobrepeso y, muchas veces, es el factor principal que origina esta enfermedad. La solución pasa por la aplicación de programas de ejercicios personalizados, que les permitan introducirlo paulatinamente en su día a día. Sólo así se consigue generar un hábito que perdure en el tiempo. Cada paciente tiene unas características, es por ello que los programas tienen un alto componente individual, a pesar de que el problema del sobrepeso es algo “pandémico”.

Aportar soluciones a la problemática con la que se encuentran a la hora de hacer actividad física es fundamental para conseguir la adherencia. Para aquellos pacientes que no pasan por el quirófano para solventar el problema de sobrepeso, el ejercicio se convierte en el mayor aliado. La mejor herramienta de la que disponen es el movimiento, tan solo necesitan la ayuda de un profesional que les guíe y les paute como hacerlo.