Lavacolla no despega: julio atípico con viajeros a cuentagotas y sin extranjeros

Lavacolla no acaba de despegar tras el parón obligado por el covid-19. En pleno julio, la terminal debería ser un hervidero de viajeros, tanto españoles como extranjeros, en un ir y venir motivado por las vacaciones estivales. Pero por el momento no es así. Entre la reducción de frecuencias que han determinado casi todas las compañías que operan en la terminal de Rosalía de Castro y el miedo a volar, al que se refería hace dos días el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, el aeropuerto ofrece un aspecto desolador.

Cuando este periódico visitó ayer las instalaciones a mediodía apenas se registraba movimiento. Kioscos y cafeterías, al menos en las zonas de facturación y llegadas, todavía no han abierto. Algunos pasajeros, contados con los dedos de las dos manos, esperaban sentados en la zona de salidas a que llegase la hora de su embarque; mientras que en el área de facturación se formaba una pequeña cola en torno al mostrador de EasyJet para un vuelo que salía apenas una hora después con destino a Ginebra. Hacían fila sobre todo gallegos, que regresaban a su lugar de residencia después de unos días de descanso en la terriña.

El pasado uno de julio se reactivaron las rutas internacionales en el aeropuerto compostelano. Desde entonces, las que más demanda han tenido hasta completar plazas durante varias semanas son la de Londres y las suizas. Pero los aviones no transportan turistas hacia Galicia, sino que vuelan abarrotados de gallegos emigrados que se desplazan a casa a pasar una temporada después del aislamiento impuesto por el coronavirus los últimos meses.

A la espera de que se cierre el mes y se revelen las estadísticas, todo apunta a que julio será un mes desastroso para el aeropuerto con respecto al ejercicio pasado. Cabe recordar que el último mes de junio, cuando las principales aerolíneas que operan en Santiago, como Ryanair y Vueling, pusieron en marcha algunas de sus rutas nacionales, apenas se registraron 10.750 pasajeros, es decir, un 96,7 % menos que en el mismo periodo de 2019.

Julio será notablemente mejor, aunque con unos índices muy por debajo a los del año pasado. Un grupo de pasajeros llegados de Gran Canaria en un vuelo de Ryanair relataban a EL CORREO que el vuelo venía a dos tercios de su ocupación, una circunstancia muy extraña en pleno verano, cuando suelen estar a tope. Sobre la zona de embarque, detallan que “solo está abierto el Duty free y la cafetería, pero las tiendas permanecen cerradas por el motivo de la pandemia del covid”.

En conversaciones con este periódico, Nicolás Álvarez, editor del portal de noticias de la terminal, Aeronoticiario SCQ, la recuperación del aeropuerto se está desarrollando paulatinamente. Explica que las compañías están aumentando las frecuencias semanales de sus rutas poco a poco este mes, y que se espera que en agosto se incremente sustancialmente el número de enlaces con las islas Canarias o Londres Stansted, uno de los destinos con más demanda en Compostela.

El próximo mes también se inaugurará la ruta de Zaragoza, que pone en marcha Ryanair, después de que este mes también estrenara la conexión directa entre Santiago y Roma Ciampino, ambas ciudades de peregrinación. Un enlace que cuenta por ahora con dos frecuencias semanales, los lunes y viernes.