Luces para proteger las fachadas y contenedores inteligentes

Raxoi busca un sistema que elimine la proliferación de microorganismos en la piedra
Carlos Deaño
Aspecto de una zona de la Catedral antes de que se llevara a cabo su limpieza. Foto: ECG

El concejal de Presidencia y Turismo, Sindo Guinarte, presentará hoy en Raxoi las propuestas de compra inteligente contenidas en el programa Smartiago, que pretende una revolución total de los servicios públicos de la ciudad en materias como iluminación, transportes o gestión de residuos.

Según las previsiones que maneja el Ayuntamiento, a finales del presente año está previsto que el presupuesto de estas licitaciones ronde los cuatro millones de euros y aporte soluciones innovadoras tanto en la adquisición como en el funcionamiento, con el objetivo de mejorar la calidad de vida.

Una de las líneas de actuación se refiere a la iluminación pública, campo en el que además de mejorar la eficiencia energética también se pretende conseguir algunas importantes mejoras, como la protección de las fachadas de los inmuebles.

De esta forma, se solicitará a las empresas especializadas la presentación de propuestas que incluyan tecnologías como la visión artificial o la gamificación, que permitan instalar un sistema de iluminación que tenga la capacidad de inhibir el crecimiento de microorganismos.

Hay que destacar que la presencia de éstos, por ejemplo, de los hongos, no solo supone un problema estético, sino que también puede afectar al edificio, y sobre todo a sus ocupantes, de hecho, existe la expresión “edificio enfermo” para referirse a aquellos en los que existe este problema que puede acabar afectando al interior del inmueble.

Otra de las líneas de trabajo se refiere a la gestión de los residuos urbanos, un servicio que el Ayuntamiento tiene previsto licitar en breve. Aquí el programa Smartiago tiene previsto implantar un sistema de contenedores inteligentes, que permitan incluso conocer el contenido de una bolsa de residuos sin necesidad de tocarla.

Por último, también se prevé una línea de trabajo relacionada con el tráfico, en parte para mejorar el control y la organización del mismo.

Por ejemplo, en lo que se refiere al control de los accesos al casco histórico, donde está previsto sustituir el actual bosque de bolardos que existe en estos puntos por un sistema que sea fiable, pero que tenga mucho menor impacto visual para una zona que es patrimonio de la humanidad.

Con todo, lo más innovador y esperado es el cambio previsto en el sistema de reparto de mercancías en la zona monumental, evitando los daños que produce en el pavimento la presencia de tantos vehículos de gran tonelaje.

La propuesta era establecer áreas de descarga en la periferia de la zona monumental, y que desde allí el reparto de haga a través de vehículos eléctricos de un tamaño más reducido, lo que requerirá un esfuerzo tecnológico para organizar la llegada de las mercancías al destinatario final.

Lo que se abre ahora es el período de consultas con los operadores para que expongan sus soluciones.