Luz roja en las cuentas de la Iglesia por el fuerte bajón de los donativos

Pese al ‘cepillo virtual’, el arzobispado tuvo que reducir su presupuesto en cinco millones // Buena parte se invierte en ayudar a los más vulnerables
Iglesia
Mar Mera

La crisis económica debido a la pandemia también ha hecho mella en las arcas de la Iglesia. Así, aunque el presupuesto para 2020 de la Arhiciódesis compostelana se aprobó por 25 millones, el coronavirus provocó que finalmente se rebajase hasta los 20, según confirmó el ecónomo diocesano, Fernando Barros: “Hemos vuelto a las cifras de 2013”.

Barros explica que ”la reducción del presupuesto ya se contempló en julio del año pasado, en vista de la situación que vivimos desde marzo con la aparición del coronavirus, lo que supuso una caída muy relevante en colectas y donativos, ya que hay que tener en cuenta que las iglesias permanecieron cerradas”.

En este sentido, explica que la citada partida “representa una parte muy importante en los ingresos, al suponer algo más del 35 % del total de las aportaciones que hacen los fieles a la diócesis compostelana”. En cuanto al capítulo correspondiente al Patrimonio y actividades del año pasado, Fernando Barros asegura que “lo hemos tenido que reducir, por ejemplo, en gastos destinados a mantenimiento y rehabilitación”.

En este punto, recordar que la Iglesia compostelana cuenta con un total de 6.847 bienes, con un valor catastral que supera los 300 millones de euros. De ellos, 64 están declarados como Bien de Interés Cultural, según los datos del informe Impacto socioeconómico de la Diócesis de Santiago presentado en 2020.

Por contra, se apostó por incrementar la partida destinada a las acciones pastorales y asistenciales de la Iglesia compostelana, “con el objetivo de ayudar a las personas más afectadas por esta crisis sanitaria y económica que comenzó el pasado marzo, y que son las más vulnerables”.

Por este motivo, explica que “hemos asumido condonaciones de alquileres, ya sea de bajos o fincas”.

Hay que tener en cuenta que, además de la ayuda que presta la Archidiócesis a entidades sociales, también debe afrontar los gastos que supone la parte pastoral, al contar con 456 sacerdotes en 1.070 parroquias, alrededor de 3.200 catequistas, 810 religiosos y religiosas y cuatro diáconos permanentes.

En cifras concretas, las estadísticas aportadas en el estudio del impacto económico de la Diócesis, que recogen datos en la lucha contra el COVID, indican que en 2020 se realizó una aportación directa de 150.000 euros para entidades sociales, como Cáritas diocesana o las cocinas económicas de Santiago y A Coruña. Barros recuerda que debido al cierre de las iglesias y después a las restricciones, la Diócesis hizo un llamamiento a los fieles a “implicarse activamente” en la financiación de la Iglesia, invitándoles a realizar donaciones a modo de cepillo virtual, a través de www.donoamiiglesia.es.

Expresó su confianza en que, “una vez se vaya vacunando a la población y podamos llegar a la inmunidad de rebaño, se recobre la movilidad y la confianza para celebrar el Año Santo y abrir el Camino. Hay miles y miles de personas que tienen ganas de visitar Santiago y hacer la Ruta, y eso incide en todo”-