Esta familia de aves se ha convertido en la atracción estrella del estanque de la Alameda // Los pequeños puentes que cubren el agua están repletos todos los días de muchos curiosos que observan las peripecias de los pequeños TEXTO Sandra Cuiña

Miles de turistas fotografían a mamá pata y sus doce patitos

Alameda
Sandra Cuiña

La Alameda de Santiago tiene un gran poder de atracción no solo para los compostelanos, sino también para los visitantes. Su variada vegetación con árboles singulares, como el de los Enamorados o la Perona, sus fuentes y sus estatuas, como la de Valle-Inclán o Las Marías, lo convierten en un lugar de obligada visita para los turistas.

Y estos días, además del pertinente selfie con las Dos en Punto, hay un punto que está llamando la atención de los visitantes, sobre todo, de los más pequeños.

Se trata del mítico estanque de los patos, situado en el paseo central y que desde hace poco acapara todas las miradas gracias a una mamá pato, que vive con sus doce patitos y que se ha convertido en la atracción estrella de la Alameda. Los pequeños puentes que se elevan sobre el agua están siempre repletos de curiosos que quieren ver de cerca a esta peculiar familia, que ha vuelto a animar este punto del parque compostelano.

El estanque siempre tuvo un gran atractivo para los niños, sobre todo, en las épocas en las que además de patos, hubo otras especies como cisnes o pavos reales. Desafortunadamente, tanto los cisnes como los pavos reales acabaron desapareciendo, en la mayoría de los casos de forma misteriosa, e incluso se cuenta que uno de los pavos reales murió tras ser perseguido por un perro. Ante estos sucesos, el Ayuntamiento optó por no volver a traer estas especies que duraban tan poco tiempo en el jardín santiagués.

Además, el estanque tuvo otros habitantes bastante peculiares: un gallo y una gallina, que también se convirtieron en toda una atracción para los santiagueses. No fue el Concello el que trajo esos curiosos inquilinos a la Alameda, quizá alguien decidió dejarlos allí, al no poder tenerlos en su casa y le pareció un buen lugar para ellos.

Otro punto de la capital gallega que cuenta con aves es el lago del auditorio. Allí además de patos hay cisnes y gansos. Algunos de los habituales de esta zona denunciaban hace un tiempo la desaparición de varios ejemplares de ocas.

Este año las concejalías de Medio Ambiente y de Obras restauraron los seis manantiales ornamentales de este parque compostelano, haciéndolos funcionar de manera sostenible y dotándolos, entre otros elementos, de un nuevo sistema de iluminación más acorde con el entorno en el que se encuentran.

En este jardín hay seis fuentes ornamentales (la del Paseo de los Leones, la de los Condes de Altamira, el estanque del Ojo, la fuente del paseo central, la de la Concha y la de San Clemente), cinco de las cuales estaban hasta hace unos meses vacías y sin funcionamiento. El motivo: no disponían de un sistema de recirculación de agua, por lo que para funcionar tenían que consumir de forma continua agua potable de la red de abastecimiento. A este hecho hay que añadir que las fuentes no estaban impermeabilizadas.

Para que fueran sostenibles se instalaron sistemas de recirculación de agua, mediante el empleo de bombas sumergibles, y se impermeabilizaron para evitar las fugas existentes.

sregueira@elcorreogallego.es