Ni un caso de covid en el control de vuelos internacionales en Lavacolla

Más de 20.200 pasajeros superaron entre julio y septiembre el examen del puesto sanitario instalado en el aeropuerto// Cerca de 500 hicieron saltar las alarmas en el primer cribado
Aeropuerto de Santiago
Arturo Reboyras
El control sanitario de Lavacolla cuenta con varias cámaras térmicas (sobre pedestal) que permiten medir la temperatura de los pasajeros procedentes del extranjero. Fotos: Aena

Tres meses después de que se retomaran los vuelos internacionales, el pasado uno de julio, Lavacolla se prepara para una temporada de invierno cargada de incertidumbre por la reducción de frecuencias que ya anunciaron sus principales aerolíneas; y también por las restricciones relacionadas con la movilidad que pudiesen imponer las autoridades sanitarias. Así, como todos los aeropuertos españoles, el de Rosalía de Castro ha reforzado en los últimos meses las medidas de prevención enfocadas a evitar el contagio.

Además de exigir el uso permanente de mascarilla, también se han señalizado los espacios de cara a mantener las distancias de seguridad y se ha establecido un control sanitario que deben superar todos aquellos pasajeros procedentes de destinos internacionales. Precisamente, los últimos datos facilitados por la Delegación del Gobierno en Galicia, tras la consulta de EL CORREO, revelan que en los exámenes realizados en este punto de atención médica durante los últimos tres meses no se ha detectado ni un solo caso positivo de coronavirus.

En total, por este filtro instalado en la zona de llegadas de la terminal han pasado entre el uno de julio y el 30 de septiembre unos 20.200 viajeros procedentes de lugares fuera de España.

La vigilancia que realiza el personal técnico consta de dos fases: una primaria, con toma de temperatura, control documental y también visual del pasajero antes de su entrada en el país. El viajero puede cumplimentar el formulario de salud pública de forma electrónica antes de salir hacia Lavacolla o bien rellenarlo de forma impresa en el mismo avión, aunque algunas compañías, como Ryanair, solo ofrecen la primera opción.

En el caso de que el viajero tenga una temperatura igual o superior a 37,5 grados, se sospeche que pudieran padecer covid-19 u otra patología transmisible tras el control visual, o aquellos en los que la información contenida en el formulario así lo determine (por indicar la presencia de síntomas o tratarse de contactos estrechos con casos de coronavirus) serán sometidos a una evaluación sanitaria que incluirá una valoración de su estado clínico y epidemiológico por parte de un médico.

Si esta segunda exploración confirma la sospecha de que el pasajero pudiera padecer una patología que llegase a suponer un riesgo para la salud pública o se trate de un contacto estrecho de un contagiado, Sanidad Exterior activará los protocolos de alerta establecidos en coordinación con las autoridades sanitarias de la Xunta de Galicia.

De las 20.200 personas controladas en el aeropuerto de Santiago en los últimos tres meses, 481 hicieron saltar las alarmas, de manera que fue necesario que se sometieran al control secundario para realizarles una exploración más profunda. No obstante, según indica la Delegación del Gobierno en Galicia, ninguno de ellos resultó ser positivo en coronavirus.

El puesto de control se ha establecido en la zona de equipajes, de manera que los pasajeros han de superarlo antes de recoger sus maletas. Para ello se han instalado, en colaboración con Aena, varias cámaras térmicas, que facilitan el trabajo del personal que revisa los formularios y también realiza la toma de temperatura con un termómetro de mano si fuera preciso. Tal y como ha podido comprobar EL CORREO, el trámite es muy rápido y, de no haber sospecha de padecer la enfermedad, apenas roba unos minutos a los usuarios.

No así los controles que se realizan en aeropuertos como el de Roma, por ejemplo, uno de los destinos internacionales de Lavacolla este verano, donde los pasajeros extranjeros deben presentar a su llegada una prueba PCR realizada en las 72 horas previas. De no ser así se le practica en el propio aeropuerto o en un centro sanitario del país, con la imposición de permanecer en cuarentena hasta obtener el resultado. A pesar de llevar el PCR de España, la cola a la llegada en el aeropuerto se puede demorar más de dos horas.