Pendientes aún de otro nudo clave en la zona de Formarís

Carlos Deaño
Roberto Pereira, presidente Club Financiero de Santiago

El inicio de las obras del enlace orbital supone dar satisfacción a una vieja demanda compostelana, y no solo del área empresarial del Tambre, sino de toda la ciudad. De hecho, ayer, además de los representantes municipales, también estuvieron presentes en el acto representantes de la Cámara de Comercio y de la Asociación de Empresarios del Polígono do Tambre. Pero a pesar de la satisfacción por el inicio de los trabajos, aún queda pendiente otra obra trascendental y complementaria de la anterior.

Se trata del denominado orbitaliño, otra rotonda también en la zona industrial, que en este caso estará situada en Formarís, y servirá para completar la conexión con la autopista con otra con la carretera N-550 y, a través del polígono industrial del Tambre, con la variante de Aradas, completando así las conexiones de los polígonos.

Durante la mañana de ayer tuvo lugar una reunión en el Ayuntamiento sobre este tema, según informaron Bugallo y Losada, el proyecto, una vez superada la fase de información de impacto ambiental, se encuentra ahora en la de resolución de alegaciones, por lo que se espera que se pueda licitar en breve. De hecho, en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado figura una partida de 200.000 euros para convocar el concurso de este proyecto, que sería interesante que estuviera completado al mismo tiempo que el orbital.

La propuesta del Ayuntamiento, que también formuló una alegación, es que se retome el proyecto diseñado hace años, mucho más económico, y con un cambio en la ubicación, lo que evitaría cortar en dos la zona de A Sionlla, tal y como también formularon en sus alegaciones los vecinos de esta parroquia compostelana.

Estas dos rotondas se complementarán con las obras que también, recordó Losada, están presupuestas para completar los tramos pendientes de la A-54, la autovía que unirá Santiago con Lugo, y que contará con una partida de 69 millones de euros.

Los otros dos grandes proyectos que quedan ahora pendientes para Santiago son la construcción de la nueva estación del AVE en el complejo de la intermodal, así como la depuradora que sustituirá a la de A Silvouta. Dos infraestructuras cuya consecución también se ha dilatado en el tiempo.

La primera ya estaba prevista en 2011, pero su construcción se aplazó y ahora mismo está pendiente de la revisión de un convenio firmado en 2016, en el que se establece que no se iniciará hasta que Santiago alcance los 3,5 millones de viajeros.