Personas sin techo ‘se instalan’ en el patio del colegio López Ferreiro

La Anpa del centro denuncia que los alumnos no pueden utilizar la zona deportiva // También se quejan de la inseguridad vial
Carlos Deaño
DárSEna de Xoán XXIII, con colchones, mantas y cartones en la zona. Foto: A. Hernández

La portavoz del Anpa del colegio López Ferreiro, María de la Fuente, resumió ayer en el transcurso del pleno municipal los tres grandes problemas que afectan a la actividad diaria de este centro educativo de la capital gallega: salubridad, instalaciones adecuadas para protegerse en los días de lluvia y seguridad vial. Sobre el primer punto, desde el colegio explicaron que la zona deportiva, que podría ser utilizada por los alumnos durante la hora del recreo, no se encuentra en buenas condiciones, en parte, subrayan, porque últimamente se repite la presencia en ella de algunas de las personas sin techo que habitualmente pernoctan en la dársena de Xoán XXIII, lo que ha provocado la presencia de cartones y otros residuos. Además, añaden, los baños se encuentran también en mal estado, y están cerrados, lo que impide su uso.

Una situación que tanto el Anpa del colegio López Ferreiro como el grupo municipal popular consideran que se podría solucionar si el Concello procediera a colocar un cierre perimetral en las citadas instalaciones deportivas, para evitar que personas ajenas al centro pudieran entrar en él, y se garantizara su correcto mantenimiento.

Igualmente, indican que en esta zona no existe ninguna superficie cubierta, con lo que cuando llueve, más de ciento cincuenta días, por ejemplo, el año pasado, recordó el edil popular José Antonio Costenla durante el pleno, obliga a los niños a permanecer en el interior del centro. Dadas las actuales restricciones por causa de la COVID, el resultado es que los niños tienen que permanecer en muchas ocasiones en el interior del aula, castigados sin recreo. Una situación, no salir de clase durante toda la mañana que el concejal del PP calificó de “muy dura” para los menores.

Tanto María de la Fuente como Costenla subrayaron sobre este punto que la solución más adecuada sería “dotar a este espacio de una cubierta”, aunque fuera con carácter provisional, en forma de carpa, “para dar solución cuanto antes al problema y permitir a los alumnos disfrutar del aire libre entre las clases”. Esta medida facilitaría, además, “proceder a la reparación tanto de los aseos como de las fuentes, actualmente fuera de servicio”, subrayaron.

El tercer problema, el de la seguridad vial, se produce por la presencia de abundante tráfico tanto en la zona delantera del colegio, la avenida de Xoán XXIII, como en la parte trasera, Xasmíns, al que se añade el de las dificultades de aparcamiento a las horas de entrada y salida de los alumnos. Aunque como explicó el concejal de Educación, Rubén Prol, se han colocado bolardos en las proximidades del paso de peatones, reclamaron más, e incluso otras medidas como la elevación del paso de peatones, e incluso la inhabilitación de parte del carril de servicio en las proximidades del centro.

La propuesta salió adelante con los votos a favor de los tres grupos de la oposición, PP, que fue quien presentó la propuesta, CA y BNG, y la abstención del grupo de gobierno, quienes manifestaron que una de las opciones era tratar con la Xunta, que es quien tiene la competencia educativa, para que se proceda a una ampliación del centro.