Rafael Lechowski: “Viví en Galicia, sé que predispone a la contemplación”

Da un concierto el sábado en Santiago, en la sala Malatesta, con música a base de hiphop y jazz // Viaja arropado de un cuarteto
Xabier Sanmartín
MÚSICA. El músico y poeta Rafael Lechowski regresará esta semana a Santiago. Foto: G.

Anoten el concierto de Rafael Lechowski del próximo sábado en Santiago, en la sala Malatesta, allí comprobarán que para hilar letras cuidadas entre arena de rap y jazz hay pocos músicos con su talento. Rafael viaja de nuevo a una tierra que conoce bien.

“Viví una época en Ourense, cerca de los cañones del Sil. Ya he sentido el calor del público de Galicia, tierra que predispone a la contemplación más que otros lugares. Hay pocos sitios mejores para relajarse y quizá mi lírica está cercana a Galicia”, explica el autor de discos como El Canto de Amor a la Vida, trabajos inquietos, que premian subir la montaña del esfuerzo e ir más allá del like.

Su actuación llega organizada por Primer Beat, promotora del compostelano Nacho Cameron, fecha con la entrada anticipada a 15 euros

“Es una cita prepandémica, se aplazó un par de veces y ya tengo ganas de sentir cómo es el actual público de Santiago, qué inquietudes tiene”.

Rafael domina el maridaje entre hiphop y jazz, gusta de la zancada verbal sin prisa y juega con el silencio, al que hace hablar, si lo precisa.

Vendrá a Compostela arropado por un cuarteto: Alberto Arteta (saxo), Íñigo Ruiz de Gordejuela (piano), Javier Callén (contrabajo) y Gonzalo del Val (batería). “Son grandes músicos que tienen su espacio y de los que trato de aprender cuando no estoy presente en el escenario”

Rafael, que vive en Aragón (fue en su inicio parte del grupo Flowklorikos), es padre orgulloso y ultima su mudanza a Alicante, también es autor de libros como El artesano de la calle Oviedo, subrayando el puente entre poesía y rap que gana eco y emociona contar viento y marea.

A Lechowski (Breslavia, Polonia, 13 de febrero 1985) le enfada esta era de obsesión numérica (Me Gusta, likes) y trabaja en otra dirección.

“Hay público deseoso de recibir mensajes trascendentes más allá del músico que da un show y luego pasa la gorra y se va... Yo solo subo al escenario cuando tengo algo que decir. Será un concierto de tintes muy espirituales, con temas conocidos y otros nuevos”.