Lector, contigo aprendí

“Contigo aprendí

A ver la luz del otro lado de la luna

Contigo aprendí

Que tu presencia no la cambio por ninguna”

(De Contigo aprendí, bolero de Juan Carlos Calderón).

Cinco horas después de pisar por primera vez Santiago ya estaba escribiendo un reportaje para este periódico, que es el suyo, el mío, el nuestro, el vuestro. Fue el 30 de junio de 1993, víspera de la incorporación estival de los redactores en prácticas.

Recién llegado de Bilbao, bajé del tren y pregunté por la calle Preguntoiro. Allí, pedí permiso para conocer la redacción de aquella sede de este diario. Ese mismo día, el guitarrista de jazz multiventas, George Benson, iba a tocar en Compostela, quería saber quién cubriría su actuación por si sobraba algún pase de prensa.

“Habla con Caetano (Díaz), está allí”, me dijeron. Fui hacia él con la mezcla de entusiasmo e ingenuidad que abriga la vocación juvenil. Me contestó: “No va nadie. Si quieres ir tú...”.

Di un sí boquiabierto. Salí raudo a buscar alojamiento. Pagué 900 pesetas (5,6 euros) en el hostal Girasol. Regresé aún más veloz. Subí con el fotógrafo Fernando Blanco al Monte do Gozo ¡qué acierto de nombre!, y el 1 de junio de 1993, salió en la contraportada mi primer artículo aquí, sin firma. Tres días después, Jorge Gómez, alma del Cierre junto a Moncho Rodríguez, me enseñó a firmar: “Control, alternativa y jota”.

Dos años antes, en 1991, se estrenaba en EE. UU. la primera página web. Hoy, en junio de 2020 navegan más personas en internet en un solo segundo que barcos surcaron la mar en toda la historia de la humanidad.

El periodismo, el arte pequeño de contar lo grande que es vivir cada día, ha cambiado. La vida también, y todos con ello.

Hay muchas formas de hacer periodismo. Yo solo lo entiendo poniendo en el centro a las personas.

Desde siempre, he creído que si trabajas en un medio debes mirar la calle, pisarla, recorrerla y buscar cualquier alusión a tu ciudad y a su entorno que resulte interesante, sea de allí o de aquí.

Periodismo cara a cara, trabajado, con tu firma por delante... solo que ahora, hay más calles, más datos, historias y hechos. Las rúas de piedra conviven con la avenida digital en un planeta llamado Tierra donde existen más móviles que ciudadanos.

Entre el equipo de profesionales de este periódico, aquel día de 1993 empecé a esforzarme para convertir mi sueño adolescente de hacer de este mundo mi oficio. Así, tras licenciarme en Periodismo, fui descubriendo que la enseñanza académica es útil cuando se pule con la esgrima de los imprevistos y la práctica del poco a poco.

Así entendí el respeto a los lectores, la valía de mimar el lenguaje, y la hondura de una frase que escuché en ese inicio: “Si un titular es confuso... el confuso eres tú”.

Contigo aprendí... lector, lectora, la importancia que esconden los detalles. Si haces una entrevista, y la persona al otro lado de la mesa, del teléfono o del teclado nota que te has documentado sobre ella... el artículo será mejor, cómo lo será todo texto pensado, pulido, cuidado.

Contigo aprendí... que el periodismo es también radio, televisión e internet. Y como suele decir José Antonio Pérez, subdirector de EL CORREO, y la persona que más me ha enseñado de este oficio: “En una redacción, todos trabajamos para el periódico más allá de cada sección”, así que siempre he puesto entrega máxima en cada encargo que me han hecho, ya fuera trabajando en Radio Obradoiro, Correo TV o en varias secciones de este diario.

Contigo aprendí... que las redes sociales no son el demonio igual que tú estás aprendiendo ahora que no son periodismo ya que descubres que las fake news son un fast food de tránsito indigesto.

Contigo aprendí... que lees de otro modo, que nos encontramos en nuevas esquinas, y que es casi tan importante hacer buen periodismo en papel como compartirlo en la edición digital y en las redes.

Contigo aprendí... que compartimos orgullo por Santiago, sus calles, su gente, y por Galicia.

Hoy, al buscar EL CORREO GALLEGO en la ventana de Google nos muestran más de 26 millones de resultados. Muchos son artículos, reportajes, noticias, crónicas, breves, columnas hechas desde Tendencias, sección donde trabajo desde 2010, ahora junto a las compañeras Koro Martínez, Marina Salgueiro y María Almodóvar, coordinados por Ángel Orgaz.

Y hoy en especial te doy gracias lector y lectora, suscriptora o suscriptor, amigos y anunciantes. Y te pido disculpas por las veces que no lo hice bien pese a intentarlo.

En tiempos de... todos a una, desde el equipo de EL CORREO, del que soy parte desde 1993 como redactor... te mando un abrazo de codo emocionado porque contigo aprendí... y sigo aprendiendo.