Reservan otra planta del CHUS para dar cabida a los pacientes infectados

La presión sigue subiendo y se hace necesario ocupar más espacios y quirófanos // Hay cierta estabilización en el número de casos, pero no en el de los ingresos
COVID-19
Mar Mera

En abril del año pasado, el peor mes de la pandemia, se registraron 25 pacientes en las unidades de críticos del CHUS. Sin embargo, esta tercera ola golpea con fuerza, por desgracia, y derriba estadísticas, ya que ayer se contabilizaron 44 enfermos de COVID en cuidados intensivos del área compostelana.

A esta cifra, que suma dos pacientes más con respecto al domingo, hay que añadir los doscientos hospitalizados, 17 más que la jornada dominical. Asimismo, en las últimas veinticuatro horas fueron confirmados por PCR 130 casos.

En total, en el área sanitaria de Santiago y Barbanza se contabilizaron 3.418 pacientes con infección activa, siete menos que 24 horas antes.

Como en el resto de hospitales, la presión en el CHUS sigue ascendiendo. De hecho, ayer fuentes sanitarias confirmaron a este diario que ya comenzaron a ingresar enfermos con coronavirus en una quinta planta, tras tener habilitados cuatro controles.

En cuanto a los pacientes más graves, están funcionando actualmente tres ucis, con 15 camas las dos primeras y 18 la tercera. Sin embargo, debido al incremento de casos en el área compostelana, las citadas fuentes indicaron que “en caso de necesitarse, y ya en previsión, están contempladas para críticos unas camas de Coronarias”.

A mayores, en casos de ser necesario también han preparado una zona que es prequirúrgica, para cuidados críticos a pacientes no COVID.

LLEGAR A LA ‘MESETA’. La situación de la pandemia fue abordada ayer por el alcalde de Santiago, Sánchez Bugallo, que constató que el municipio está experimentando una “cierta estabilización” en el ritmo de casos de COVID desde los últimos seis días. “Vamos a confiar en que esto sea un indicativo de que llegamos a esa fase de meseta”, añadió en rueda de prensa.

Pese a ello, el regidor local señaló que el número de positivos en la capital gallega asciende a 708, e instó a esperar a ver los datos de las próximas jornadas y su evolución, dado que es posible que la presión hospitalaria crezca “en los próximos días”.

En este sentido, se refirió a los datos del cribado celebrado en el recinto ferial de Amio, al que estaban convocadas cerca de 9.000 personas, y que, una vez se conozcan los resultados, podría llevar a un “incremento puntual” de las cifras de positivos en próximas fechas.

Bugallo visitó el recinto durante el sábado y destacó que la organización “funcionó muy bien” desde el punto de vista operativo. De hecho, recomendó seguir el mismo sistema para las vacunaciones contra el COVID, puesto que permitiría llegar a toda la población “en tiempo récord”.

UN 30 % NO FUE A AMIO. No obstante, el alcalde de Santiago lamentó que algo más del treinta por ciento de la gente convocada no compareció, unas 3.000 personas, un dato que el regidor tachó de “sorprendente”, y de “una irresponsabilidad manifiesta”, al tener en cuenta la “rapidez extraordinaria” del proceso”, con esperas de dos a tres minutos, y la “amplitud espacial” del recinto escogido, el ferial de Amio.

Recordar que a esta instalación fueron convocadas algo más de nueve mil personas, de 41 a 45 años, y con tarjeta sanitaria en Santiago.

En todo caso, el regidor compostelano insistió en que “sería justo” lograr esta tendencia de estabilización “a la baja” después del “enorme sacrificio que está asumiendo la ciudadanía”, lo que evidencia que “los esfuerzos producen resultados” y “no son vacíos o inútiles”, apostilló.

Sánchez Bugallo consideró, al respecto, que la comunidad pagó “un altísimo precio” por el incremento de la movilidad que hubo durante las fiestas navideñas, y “probablemente” por la presencia de “nuevas cepas de coronavirus más contagiosas”.