Sistema pionero en Europa. La tecnología de Kapsch y la inteligencia artificial harán más humana y más segura la capital de Galicia TEXTO: María Almodóvar DISEÑO: Carmen Botana

Muy pronto, Santiago será una ‘smart city’ de referencia mundial

María Almodóvar

Kapsch TrafficCom, proveedor internacional de tecnología, servicios y soluciones para Sistemas de Transporte Inteligente, desarrollará para la ciudad de Santiago –urbe con la que colabora desde hace 25 años–, “un proyecto tecnológico de movilidad inteligente y sostenible que ayudará a colocar a esta ciudad Patrimonio de la Humanidad a la vanguardia, con un sistema pionero en Europa”.

La iniciativa, que cuenta con un presupuesto de 1,4 millones de euros, se enmarca en Smartiago, “y supondrá la aplicación de tecnologías avanzadas para modernizar la ciudad y hacer un uso racional de la infraestructura viaria, en aras de la conservación y protección del casco histórico”.

A día de hoy el tráfico es uno de los grandes problemas para la habitabilidad de los territorios. Con esto, uno podría preguntarse si podría convertirse Santiago en una ciudad más humana y más segura.

Juan Marín, director de Ciudades de la empresa Kapsch, piensa que la gestión del tráfico “es un reto que tenemos por delante, y es necesario adaptarlo a los nuevos tiempos. Lo bueno es que ahora contamos con unas herramientas que permiten detectar y gestionar información que nos ayuda a trabajar mejor sobre la gestión de la movilidad”.

La tecnología afecta a muchos sectores y está llegando a muchas ciudades con unas connotaciones históricas como Santiago. Además, en este proyecto vamos a ver el valor de la inteligencia artificial. “Por ejemplo, para identificar la marca y modelo de un vehículo, tenemos que desarrollar algoritmos basados en redes neuronales, que es una técnica que imita el funcionamiento del sistema neuronal del cerebro. Para poder identificar y clasificar un objeto automáticamente hay que entrenar este sistema miles de veces para aumentar su fiabilidad”, explica Juan Marín.

“Sin duda, va a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, peregrinos y turistas que vienen a ella”, y va a ayudar a gestionar el tráfico de mercancías, especialmente en la última milla, dado el incremento y la criticidad de la logística de la entrega de mercancías y paquetería en el centro de las ciudades. La tecnología nos ofrece esa posibilidad de gestionar adecuadamente la nueva movilidad”.

“Si conocemos toda la información y somos capaces de incorporar tecnología y utilizamos sistemas de predicción y toda la analítica que nos ofrece la inteligencia artificial, seremos capaces de predecir comportamientos. Y eso nos permite gestionar mejor y anticipadamente lo que pueda ocurrir, sobre todo cuando hay una entrada masiva de visitantes o situaciones que pueden poner en peligro una convivencia ideal”.

Este proyecto no solo va a mejorar el tráfico, sino la calidad de aire, puesto que “se van a incorporar múltiples sensores para hacer una medición de todas las partículas contaminantes”. Asimismo, “se va a convertir en una referencia para Galicia y España, y va a adquirir una dimensión mundial porque muchas de las cosas que se van a desarrollar y ejecutar son replicables en muchas ciudades del mundo. Este no es un proyecto piloto. A medida que vayamos avanzando iremos dando a conocer todos los progresos, porque sabemos que hay muchos territorios interesados en lo que Santiago está empezando a hacer”.