Santiago se queda sin obispo auxiliar, que se va a Astorga

Monseñor Jesús Fernández llegó a Compostela en 2014 // El arzobispo, con sabor “agridulce” por su partida, confía en que el papa designe un sustituto para ayudarle antes del inicio del jubileo
Arturo Reboyras
Monseñor Jesús Fernández y el arzobispo, monseñor Julián Barrio, ayer. Foto: Xoán Rey/ Efe

Con sentimiento “agridulce”. Así dio a conocer ayer monseñor Julián Barrio, arzobispo de Santiago, el nombramiento del hasta ahora prelado auxiliar, monseñor Jesús Fernández, como nuevo obispo de la Diócesis de Astorga. Una decisión del papa Francisco que hizo pública ayer, a las 12.00 horas, la Nunciatura Apostólica en España.

“Me alegra que se vaya a Astorga, una diócesis que evoca tantos sentimientos y recuerdos para mí”, manifestó el arzobispo, quien perteneció como sacerdote al clero de esta Iglesia castellana, a la vez que apuntó que “es evidente que para todo obispo la meta es poder tener una diócesis, una gran gracia, un gran don; pero, sobre todo, una gran responsabilidad”.

Con esto, quiso agradecer a monseñor Fernández el servicio prestado en la Archidiócesis de Santiago durante los últimos seis años y medio y también le deseó “lo mejor en esta nueva andadura”.

Cabe recordar que el hasta ahora obispo auxiliar recibió su ordenación episcopal el 8 de febrero de 2014 en la Catedral de Santiago, donde fue consagrado por monseñor Julián Barrio, tras ser elegido por el romano pontífice para formar parte del colegio episcopal mientras desempeñaba su ministerio sacerdotal en su Diócesis natal de León.

“Deseo expresar mi más profunda comunión con el papa Francisco y con su programa pastoral para una Iglesia más espiritual y evangélica, una Iglesia en salida y hospital de campaña, especialmente en estos tiempos de sufrimiento, desconcierto, soledad y muerte”, declaró ayer monseñor Jesús Fernández.

“Echando una mirada a estos últimos años vividos entre vosotros se avivan en mí los mejores recuerdos. Desde el primer momento me sorprendió gratamente vuestra hospitalidad, las iniciativas, sobre todo en el campo de la administración, y la responsabilidad; también vuestro espíritu de familia, vuestra fe y el amor a las tradiciones”, añadió el prelado, a la vez que comentó que “he pasado junto a sacerdotes, diáconos, consagrados y laicos momentos inolvidables de retiro, formación, celebración, fiesta... Vivimos un acontecimiento especialmente significativo como fue el Sínodo Diocesano 2016-2017, del que tanto aprendí; y guardo también el recuerdo más grato de las visitas pastorales, de las celebraciones solemnes en la Catedral abarrotada de peregrinos y de los ritos sacramentales de la iniciación cristiana”.

Lo cierto es que monseñor Fernández se implicó y adaptó muy rápido a la vida de la Iglesia compostelana. Caracterizado por su sencillez y por una actividad pastoral muy intensa, afín a la línea del papa Francisco, destacó por su cercanía a la comunidad diocesana. Desde su llegada a Santiago se preocupó de visitar los centenares de parroquias de la Archidiócesis, de conectar con el clero y de hacer presente una Iglesia viva en medio de un contexto social difícil para todo lo religioso.

Según el propio mitrado, está previsto que la toma de posesión como obispo de Astorga se produzca en la Catedral asturicense el próximo 18 de julio, si bien todo dependerá de la evolución de la crisis sanitaria del coronavirus.

En este contexto, monseñor Julián Barrio, manifestó su confianza en que el papa Francisco nombre un nuevo obispo auxiliar para Santiago antes del inicio del próximo jubileo. Preguntado por EL CORREO en una rueda de prensa que tuvo lugar en San Martín Pinario, el prelado afirmó que está convencido “de que el santo padre, sabedor del trabajo que conlleva un Año Santo, proveerá de la ayuda de un nuevo auxiliar”.