Semáforos inteligentes que se abren o cierran según el tráfico
El concejal de Presidencia, Relacións Institucionais e Turismo, Sindo Guinarte; y el director de Ciudades de Kapsch, Juan Marín, presentarán hoy en el pazo de Raxoi una nueva línea del programa de ciudades inteligentes Smartiago, en este caso, relacionado con la movilidad.
El programa Smartiago, denominado de compra inteligente, supone la aplicación de las nuevas tecnologías para la modernización de las ciudades. A través de él en Santiago ya se está llevando a cabo el despliegue de fibra óptica, se ha cambiado el sistema de control de acceso al casco histórico, y también se va a aplicar en la instalación de un nuevo sistema de iluminación que además de poner en valor los monumentos, sirve para protegerlos, evitando la colonización de hongos y otras especies.
En este caso se trata de un programa de movilidad, para mejorar la gestión de los flujos de tráfico, denominado Proyecto CPI de movilidad smart, con el fin no solo de garantizar la fluidez de la circulación, sino también una reducción en las emisiones que provocan los vehículos, y que según la Organización Mundial de la Salud es la principal fuente de contaminación en las ciudades.
Son sistemas de monitorización del tráfico, para gestionarlo de forma inteligente y controlar los flujos. A través de ellos se posibilita, por ejemplo, el control de los semáforos que se adaptan automáticamente a la situación actual del tráfico adaptando las frecuencias de paso a las necesidades de cada momento concreto.
La puesta en marcha de este sistema, explica Kapsch en su página web, permitiría reducir los tiempos de congestión de la circulación hasta en un 25 %.
También prevé el uso generalizado de las tarjetas SIM y del GPS de los vehículos, con las que se puede obtener y utilizar datos de tráfico en tiempo real de los usuarios para gestionar la movilidad de forma inteligente. Una solución que Kapsch España destaca que es mucho más efectiva que cualquier restricción. Hasta el momento han aplicado sus soluciones tecnológicas en más de cincuenta países del mundo, y actualmente, con la reducción del tráfico por las restricciones de la COVID, señalan que es un buen momento para introducir los cambios.
En Santiago está pendiente también la solución a los problemas de reparto que existen en el casco histórico, tanto por la peatonalización, como por el peso de los vehículos sobre el pavimento.