Sigue cerrado un 30 % de los hoteles por el descenso de visitantes

Las cifras muestran la dificultad para sobrevivir con las bajas reservas // Este mes todo apunta a una mejoría en los datos
Turismo
ECG Redacción

Hace unos días conocíamos el desplome del 71,5% en el tráfico de viajeros de Lavacolla. El efecto mariposa de estas cifras lleva directamente a los hoteles, pensiones, restaurantes, comercios, museos, puestos y un largo etcétera. En marzo, cuando comenzó el Estado de alarma, la mayor parte de establecimientos hoteleros echaron el cierre y, cinco meses después, algunos todavía no han abierto. La asociación Hostelería Compostela, que agrupa al sector en la ciudad, apunta a un 30 por ciento de cierre en los hoteles de Santiago, según el balance realizado la última semana de julio.

Las grandes cabeceras de la ciudad, como el Hotel Araguaney, en pleno centro, o Casa Grande do Bachao, en zona rural, sí pudieron retomar su actividad normal, no sin dificultades. Javier Goyanes, al frente del hotel do Bachao, tenía ya el mes pasado las cancelaciones como principal preocupación. Y no se equivocaba. Son muchos los reservan y deciden posteriormente, o cancelan según vayan las cifras de contagios. “Los que van cancelando se vuelven a llenar, pero a partir del 22 de agosto... desolación. No creo que llegue al 15-20 % de ocupación”, se lamenta Goyanes.

Si a la jet set de la hotelería compostelana le cuesta seguir el ritmo, los que están un peldaño por debajo lo tienen realmente crudo. El hotel B’Nor, en la avenida Rosalía de Castro, no había comenzado su temporada cuando llegó la pandemia. Es uno de esos locales que abre de forma estacional desde Semana Santa pero, este año, sus puertas permanecerán cerradas. Tocará esperar a 2021. “Todo por la incertidumbre de que nos vuelvan a cerrar, y por tener que afrontar la contratación del personal. Supone más gastos que beneficios”, explica la propietaria.

Otro de los hoteles que no preparan hoy el turno de desayunos o de cenas es el Santiago Apóstol, situado en Costa de San Marcos. En este caso, son menos tajantes que en el anterior. Planean reabrir según la evolución en la demanda que se realice.

Es la misma estrategia que siguieron con otro hotel del grupo, el Universal, que cerró entre marzo y julio. Situación parecida viven el Fonte de San Roque, en rúa Hospitaliño. Sus responsables han tenido que elegir entre sus dos locales porque “no compensa tener ambos abiertos”. A esta lista de hoteles que mantienen el cierre se suma el EXE Área Central, o el San Vicente Marantes, en Sar.

EN CIFRAS. En el caso de ocupación en los hoteles, la cifra del mes pasado es del 26,30 por ciento, cuando en julio de 2019 rozó el 75 %. Si nos fijamos en las pensiones, el balance es similar. El mes de julio dejó un 21,10 % de ocupación, lejos del 75,45 % registrado un año atrás. Para este mes de agosto, las previsiones eran algo más optimistas. Se estima que los hoteles alcancen el 33 por ciento de su capacidad, y un 28 las pensiones. Ambas proyecciones se alejan bastante del 75 % de ocupación del mismo mes de 2019. Así, la economía de una ciudad turística como esta, llena de conchas de peregrino y cámaras fotográficas cada verano, agoniza.