Tráfico solo a pedales por el centro urbano durante toda la jornada del domingo

Compostela quedará ‘cortada en dos’ por las pruebas femenina y masculina de la Vuelta // A pie también habrá restricciones
COVID-19
Rosa Ríos
Comienzan los preparativos en el Obradoiro para la llegada de los ciclistas. Foto: F. Blanco

Compostela vivirá el domingo un auténtico estado de excepción. La última etapa de la Vuelta Ciclista a España supondrá un incremento de la actividad económica y una promoción muy considerable, pero también provocará que la ciudad quede partida en dos por los itinerarios de las dos pruebas que se van a celebrar durante todo el día.

La cuestión es que por la mañana va a tener lugar la prueba femenina, una etapa en línea que discurrirá entre el polígono del Tambre y la avenida de Xoán XXIII, y que obligará a cortar un buen número de calles, pero por un tiempo limitado porque las participantes saldrán todas juntas y se calcula en una hora el tiempo que durará el cierre al tráfico.

El problema vendrá por la tarde, cuando se desarrolle la prueba masculina, que será una contrarreloj individual, es decir, que los corredores saldrán de uno en uno con un espacio de tiempo entre ellos, de forma que el primero partirá a primera hora de la tarde y el final de la prueba con el acto en el Obradoiro, se prolongará hasta bien entrada la noche. Concretamente, hasta las nueve no volverán a estar disponibles las calles para los vehículos a motor.

Hay que tener en cuenta, además, que cada equipo lleva sus coches de apoyo, los camiones con el material y los repuestos, y a ellos hay que sumar también los vehículos de la organización.

Así las cosas, el Ayuntamiento ya ha advertido a los ciudadanos de que ese día, salvo que sea imprescindible, no se circule en coche por la ciudad, porque entre las calles totalmente cortadas durante las pruebas, catorce en el caso de la prueba femenina, y diez en la masculina, y los accesos a los garajes, va a estar difícil salir o llegar durante todo el día. De hecho, hasta se ha aplazado el inicio de la obra del Hórreo, para que no coincidan las vallas con el paso de la prueba, y al menos esa zona de la ciudad quede despejada.

Incluso los peatones verán limitada su libre circulación, porque en el caso de la contrarreloj, con corredores pasando cada pocos minutos, también habrá restricciones para cruzar de acera a acera hasta que haya finalizado la competición. Eso sí, habrá facilidades para llegar hasta el Obradoiro, como la apertura parcial de la Costa do Cristo para quienes quieran subir a pie desde A Trinidade.

En conclusión, que el Ayuntamiento aconseja que, a no ser que sea imprescindible, ese día no se coja el coche, y que en caso de tener que hacerlo, que recurra a las vías de alta capacidad, autopista o periférico, para evitar el paso por el centro urbano, porque entre las calles cortadas y los desvíos la situación puede complicarse y mucho. Por la mañana el corte será de norte a sur, y por la tarde, de oeste a este, dividiendo buena parte de la ciudad en dos.

Las restricciones afectarán también a las líneas del transporte urbano. Por la mañana, entre las doce y media y la una y media, a la número 1 (Boisaca-Clínico), 4 (Romaño-Cancelas), 8 (Vidan-Tanatorio) y C-2 (hospital Clínico). Por la tarde serán la 4, 8, C-2, P1 (San Caetano-Folgoso) y P2 (San Caetano-Laraño).