Un libro analiza la relación sentimental que crean los melómanos con la música

La música no es lo más importante. O al menos esa es la conclusión a la que parece llegar el periodista Javier Becerra en su último libro, titulado así y que supone “una mirada crítica a la relación sentimental que los melómanos establecen con ella, que muchas veces deriva en lo patológico, ridículo e infantil”.

Una reflexión “con tintes autobiográficos” sobre “cómo el conocimiento paradójicamente se puede convertir en el obstáculo para el disfrute”, que toma como punto de partida cuando en marzo de 2020, con el inicio de la pandemia y en el primer confinamiento, la canción Resistiré, que el Dúo Dinámico había lanzado en 1988, se convierte en el himno oficioso de lo que se estaba viviendo.

Tal y como explica en su prólogo David Saavedra, “pronto surge un rechazo muy particular. Los que saben de música se empeñan en ridiculizar el gusto popular para exhibir el suyo, el correcto. Y todo ello en medio de una pandemia que tiene al mundo en vilo”.

Y precisamente esta ridiculización en redes de la canción por parte de los expertos es lo que ha llevado a Becerra, procedente de los fanzines y de la prensa musical especializada, a meditar sobre la actitud de los melómanos, tratando de desmontar los prejuicios que todos tenemos sobre la música y nuestra relación con ella, animándonos a entonar el mea culpa.

Escrito durante el confinamiento a modo de crónica personal entre el ensayo y la autobiografía, lo que iba a ser una simple entrada en Facebook sobre la actitud de “los sibaritas musicales” ante el Resistiré, nada más convertirse en canción hegemónica del confinamiento, terminó por convertirse en un libro en el que no solo invita a reflexionar sobre la relación de cada uno con las canciones, sino en su propia actitud y en su evolución personal.

Así, en La música no es lo más importante. Contradicciones de un melómano con su pasión el periodista habla de la música en la adolescencia como la que ofrece una identidad a modo de salvavidas, pero que con el tiempo puede derivar en posturas intransigentes, asociales y penosas.

Un placer que “impide a la persona madurar y salir de esa confortable burbuja de erudición en la que se siente fuerte, pero en realidad está atenazada por los prejuicios”.

Becerra reprueba algunas actitudes típicas de los expertos en música, que critican lo que hace la masa para fortalecer su pensamiento, señalando que muchos de los que hacen eso ahora tampoco hubiesen disfrutado de bandas que en su día surgieron con un enorme éxito que las convirtió en ídolos de masas y que se consagraron y acabaron formando parte de la historia de la música.

También de cómo hombres y mujeres se introducen de forma diferente en la música, y los complejos que suelen tener ellos a la hora de reconocer sus gustos de la adolescencia, renegando de lo que escuchaban y de lo que les gustaba. Además, Becerra está convencido de que el querer tener criterio, limita la capacidad de escuchar y disfrutar de la música.

Publicado en 2021, el libro se presenta esta tarde, a las 19.00 horas, en A Reixa Tenda, en la rúa do Hórreo.