Un solo estudiante actuó de ‘supercontagiador’ en muchos de los nuevos focos de covid

Más de sesenta fiestas en pisos durante la pasada semana // Bugallo anuncia máximo rigor y medidas para subir las multas
COVID-19
Luis Álvarez
Jóvenes con bolsas llenas de botellas durante una de las noches de la pasada semana en las proximidades de la Plaza de Abastos. Foto: Fernando Blanco

Aunque consideró que en la ciudad no se dan los criterios suficientes como para aplicar un confinamiento, el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, no ocultó ayer su preocupación por cómo está evolucionando la pandemia, con un incremento de casos que ha llevado a colocarla en el nivel rojo, y regresar a la fase tres de la desescalada.

Y eso que, como recordó, el día clave será mañana jueves, cuando se den a conocer los datos de contagios que se produjeron la semana pasada, “os que se infectaron o xoves e o venres”. Unos días en los que las fiestas en domicilios volvieron a experimentar un fuerte crecimiento, y superaron las sesenta, al igual que a comienzos de curso.

Solo durante el fin de semana del puente tuvieron lugar veintisiete intervenciones, por avisos de fiestas en pisos, aunque tres de ellas con resultado negativo. También, según recoge el parte policial, identificaron a dos dueños de locales, en un caso porque los clientes habían juntado tres mesas en las que había 12 personas; y en otro, porque estaban 85 clientes en el interior de un local. Además, también se localizó a tres personas por la calle sin mascarilla.

En todos los casos, el alcalde aseguró que las denuncias serían tramitadas y ejecutadas. Es más, anunció que los servicios jurídicos del Ayuntamiento están buscando fórmulas para poder incrementar los 200 euros de multa que fija la ordenanza. No adelantó cuál sería la vía que estaba estudiando, pero apuntó que quizás relacionada con el horario en el que tienen lugar las celebraciones.

La noticia fue recibida ayer con satisfacción por el portavoz del grupo popular, Alejandro Sánchez Brunete, con un significativo “por fin”, recordando las numerosas ocasiones en las que el PP había denunciado que las actuales cuantías no eran realmente disuasorias, sino fáciles de pagar a escote entre los participantes en la fiesta.

En este sentido, insistió en que la Ley establece que el régimen sancionador debe buscar “que no resulte más beneficioso cometer la infracción” que respetar la norma, algo que actualmente no sucede, porque la ordenanza municipal, salvo que existan agravantes como la reincidencia, solo recoge un máximo de 200 euros.

Además de estas medidas coercitivas, Bugallo también apuntó la necesidad de seguir concienciando a los jóvenes sobre el riesgo real que corren con este tipo de celebraciones en grupo. Explicó que los informes señalaban que muchos de los focos se habían producido simplemente por la presencia de un infectado en la reunión, y que él solo había contagiado a todo el resto. Un alumno supercontagiador que está en el origen de muchos de los nuevos focos.

“A nosa convicción é que estas infeccións se están producindo fora do horario lectivo. Imos ver que podemos facer conxuntamente coa Universidade, para concienciar aos xóvenes de que a súa seguridade é moi importante”, manifestó. Y es que no dudó en afirmar que “a Universidade é principal foco de crecemento de casos activos en Santiago”, y que si se excluyeran alumnos, profesores y personal no docente, la cifra estaría por debajo del umbral de los doscientos casos.