142 años, 50.000 días juntos

Periodismo de calidad y análisis sin censura forman parte del ADN de este rotativo// Quedan solo cinco días para que se publique el suplemento especial
María Almodóvar

Los lectores nos esperan en el quiosco, en su buzón, en el bar, en el hipermercado..., y también en sus dispositivos electrónicos, donde estamos las 24 horas los 365 días del año. Es un placer trabajar sabiendo que a la mañana siguiente existen personas aguardando la llegada del diario de la capital de Galicia.

Recordando al premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, esta y muchas otras razones hacen que “el periodismo sea el mejor oficio del mundo”.

En tiempos de inmediatez, de tuits apresurados, donde se compite por dar la primicia –saltándose a veces los límites éticos–, el recordado Gabo decía que “la mejor noticia no es siempre la que se da primero, sino muchas veces la que se da mejor”. Nosotros, en EL CORREO GALLEGO, apostamos por el trabajo bien hecho, riguroso y contrastado. Y eso lleva su tiempo... como la buena cocina.

Dijo el escritor irlandés Oscar Wilde, una mente brillante y privilegiada, que “algunas personas llevan la felicidad allá adonde van; otras, cuando se van”.

En el primer grupo se sitúa, sin ninguna duda, el periodista José Luis Gómez, editor de Mundiario.com, quien pide a los que trabajan con él “que hagan periodismo y disfruten de la libertad de expresión; también que piensen constantemente en los lectores y no les fallen”.

Como saben, este periódico publica el próximo martes su número 50.000, lo que se traduce en 50.000 días juntos, 142 años y nueve meses en los que se ha intentado que no faltara nunca la dosis de periodismo de calidad y análisis sin censura.

EL CORREO “forma parte inseparable de la sociedad compostelana, de la vida gallega, vive con ella día a día sus inquietudes, sus problemas, y disfruta de sus virtudes, sus aciertos y sus innumerables logros”.

Los animamos a seguir apoyando al periódico de la capital de la comunidad gallega, una ciudad que en el año 2009 recibió la Medalla de Oro al Mérito Europeo por su condición de “capital espiritual de Europa”.