Aviso, el verano no acaba en agosto. Fin

Firmas
Ana Iglesias
Abril Camino

Lamento decirle a los agoreros que inundan las redes con su cansino fin del verano, empaquetado de bikinis tanga, adioses a la cerveza en el chiringuito y barbacoas veggie y cárnicas, que no. Que se ha acabado agosto, habrán finalizado sus vacaciones y tocará volver al trabajo y los preparativos de la vuelta al cole y todo eso, pero el verano llega a su fin el 21 de septiembre, y para eso todavía faltan 20 días. Los mismos que, por cierto, disfrutarán, según datos del Observatorio Nacional del Turismo Emisor (ObservaTUR), un 13% de los españoles que han podido cogerse este año un período de descanso estival.

Así que si las compañías aéreas se ponen a bien y dejan de cancelar vuelos un día sí y otro también, que llevamos una temporada que si no es una es otra la que se planta, habrá muchos que este mes de septiembre sigan disfrutando del verano desde alguna playa de aguas cristalinas, en una montaña perdida o frente a un monumento reconocible. Atentos a las redes, que nos apostamos algo.

Y lO QUE TAMBIÉN PARECE que veremos mucho, si se cumplen las previsiones de un estudio de la consultora Glasgow Research & Consulting, son operaciones en el extranjero, ya que por lo visto el negocio del turismo médico alcanzará los 182.000 millones de euros en 2025 a nivel mundial. Es decir, de personas que viajarán a otros países para recibir en ellos tratamiento médico, concretamente desde los del primer mundo a otros en desarrollo pero que cuentan con sistemas sanitarios avanzados y donde las listas de espera y los precios son sustancialmente inferiores.

Y atención, porque aunque muchas veces lo relacionemos con cirugía estética, parece ser que en los últimos años han ganado presencia los tratamientos oncológicos, cardiovasculares y neurológicos, aunque yo estoy segura de que esos no los veremos en redes, que seguirán plagadas de implantes capilares y carillas turcas. ¿O alguien lo duda?

Y ES QUE ESTAMOS EN TIEMPOS... ¿RAROS? Por decir algo. A ver si no, cómo es posible que salten noticias como la de la discoteca australiana Club 77 que ha prohibido mirar a otras personas sin su consentimiento, una medida anti-acoso que se va de madre. Vale que alguien que se sienta incómodo encuentre el apoyo de los responsables del local para echar fuera al acosador y avisar a la policía, pero por mirarte ¿cómo?

Me da a mí que de ahí no va a salir nada bueno, por mucho que la intención sea, y cito textual, “educar a los nuevos asistentes y ayudarlos a comprender lo que se considera un comportamiento inaceptable dentro del lugar y en la pista de baile”. Así que los que vayan a la disco en cuestión ya lo saben, o piden permiso para echarle una visual a quien les parezca interesante, o lleva gafas de sol para evitar malos entendidos.

MENOS MAL QUE OTRAS COSAS NO CAMBIAN, como la intención de ayudar a los demás, tal y como hacen los organizadores de la velada solidaria Trezeluzes, que llega a su IV edición apadrinada por 20 empresas, y con Roberto Verino, Diego As, Carlos Blanco, Idoia Cuesta, Sergio Pazos, Diego González, Sergio Vallejo, Fernando Romay y Carlos Núñez como principales embajadores.

Los asistentes a la gala, que se celebrará el día 15 de septiembre en la Finca Montesqueiro, conducida por Xosé A. Touriñán y María Mera, podrán disfrutar de las tapas gourmet de los chefs Adrián Albino (Niño Corvo), Adrián Felípez (Miga), Alex Méndez (Cachivaches), Bea Sotelo (Illas Gabeiras), Bego Vázquez (Regueiro da Cova), Chefs Down Experience, Daniel López (O Camiño do Inglés), Diego Bello (Grupo Montesqueiro), Iago Pazos (Abastos 2.0), Iñaki Bretal (O Eirado), Manuel Costiña (Retiro da Costiña), Quique Vázquez (Terreo), y Xoan Crujeiras (Bido) y además, poner su granito de arena a la causa.

Así que sí, ojalá iniciativas como estas nunca desaparezcan, igual que la de los Premios Nextdoor al Supervecino/a 2022, un reconocimiento a las personas que gracias a su solidaridad y tiempo invertido en los demás, ayudan a crear barrios más fuertes y unidos. Una idea maravilloso en unos tiempos tan difíciles y en una sociedad tan individualista como esta.