Cien naciones se alían para emitir un tercio menos de metano esta década

Europa y Estados Unidos impulsan la iniciativa contra el potente gas de efecto invernadero // El pacto internacional no contará con el apoyo de los gigantescos países asiáticos: China, Rusia e India
COP26
Victoria Pardo
acto. Los líderes mundiales posan para una foto grupal en la cumbre del clima (COP26). Foto: Alberto Pezzali

A fin de evitar 200.000 muertes prematuras, cientos de miles de hospitalizaciones urgentes por asma, o la pérdida de 20 millones de toneladas de cosechas cada año, la Unión Europea y los Estados Unidos han impulsado este martes una alianza internacional para reducir un 30% las emisiones de metano. Al pacto global, que tiene como objetivo luchar contra las drásticas consecuencias de ese gas de efecto invernadero, se han adherido un centenar de países entre los que no están los “gigantes asiáticos” (China, India y Rusia) que contribuyen de forma significativa a la producción de esta sustancia.

“En torno al 30 % del calentamiento global desde la Revolución Industrial se debe a las emisiones de metano”, pero “es uno de los gases que podemos cortar más rápido. Y haciéndolo se ralentizará inmediatamente el cambio climático”, resaltó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en relación a la propuesta que presentó este martes en el seno de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que se celebra en Glasgow, Reino Unido.

De hacerlo, conforme manifestaron sus promotores, podría contribuirse a que el incremento generalizado de las temperaturas se limitase a una ligera subida de 0,2 grados centígrados para el próximo 2050, eludiendo así los catastróficos impactos que se producirían en nuestro planeta en caso de que llegara a producirse un aumento mucho más elevado de los termómetros.

En este sentido, cabe destacar que el metano (CH4) proviene principalmente de los vertederos, del sector ganadero y del sector energético, y es este último área de actividad la que presenta “sin duda más potencial de reducción”, añadió Von der Leyen en la cumbre climática.

“Alrededor de la mitad del calor que experimentamos” proviene de las emisiones de metano actuales, apuntó por su parte el mandatario estadounidense, Joe Biden, para definir uno de las múltiples sustancias químicas que provocan el efecto invernadero (como el óxido nitroso, el ozono troposférico, el vapor de agua o los gases fluorados, entre otros).

Asimismo, el presidente de USA recordó que cuando se anunció la iniciativa el pasado septiembre solo la UE y nueve estados se habían sumado a ella. Ahora, tras el trabajo, la insistencia y la presión internacional, supera el centenar con socios. Y, entre ellos, destacan países como Brasil, Colombia, Togo, Vietnam, Canadá, Ecuador, Micronesia, Chile, Indonesia o Marruecos.

Pese a la ausencia de los tres grandes emisores que más arrastran los pies en materia de lucha climática, Rusia, la India y China, los países firmantes representan alrededor del 70 % de las emisiones de ese gas.

“Lo que hagamos entre ahora y 2030 va a tener un impacto significativo en que podamos o no cumplir nuestros compromisos a largo plazo”, comentó Biden, quien confió en que se pueda ir “más allá” de esa reducción esperada del 30 % de las emisiones de CH4, que Estados Unidos tratará de reducir en su sector agrícola y en sus gasoductos.

A este respecto, el enviado especial de EE.UU. contra el cambio climático, John Kerry, remarcó que el metano es hasta “80 veces más destructivo que el CO2 y es totalmente responsable de 0,5 grados del calentamiento de 1,1 ºC que tenemos hoy”.

Además de reducir la cantidad de CH4 que se libera a la atmósfera, el pacto pretende implementar “mejores metodologías de inventario disponibles para cuantificar las emisiones de metano”, lo que explica que los datos sobre el efecto y el origen de ese gas bailan livianamente según la fuente que se consulte.

Desde Argentina, su presidente, Alberto Fernández, resaltó que sería importante que las naciones que concentran la riqueza contribuyan a financiar la actuación climática de los países en desarrollo. “Como dice nuestro querido papa Francisco, construyamos juntos la globalización de la solidaridad para que no triunfe lo que triunfó hasta ahora: la globalización de la indiferencia”, señaló el latinoamericano.