Cómo prevenir bastantes de los trastornos digestivos del verano

Con los cambios de rutinas, especialmente con las comidas, pueden aparecer síntomas causados por toxinas y gérmenes que crecen en algunos alimentos
Viajes
María Hermida
Bacterias como el E. coli o la L. monocytogenes se encuentran en aguas contaminadas que con su ingesta pueden provocar diarreas y vómitos por una grave de intoxicación. Foto: D.F

En verano, muchos españoles cambian sus hábitos. Llegan las vacaciones, los viajes, las comidas fuera de casa, los tupperware en la playa y, en general, muchos excesos que no se producen en otras épocas del año. La temperatura y la humedad aumentan durante los meses de verano, lo que incentiva que crezcan gérmenes y toxinas en los alimentos. Por eso, hay que extremar las precauciones a la hora de cocinar y conservar la comida, ya que todos estos cambios pueden afectar a nuestra salud digestiva.

Según explican los expertos de Dosfarma, la farmacia online española líder del mercado, las intoxicaciones alimentarias provocadas por patógenos (bacterias, virus...) son los problemas intestinales más comunes durante el verano en España. Especialmente los causados por las bacterias Campylobacter, responsable del 67 por ciento de los casos, la Salmonella (un 27 %), la Escherichia coli (un 3 %) y la Listeria monocyogenes, responsable de aproximadamente un 1 %.

Aunque las intoxicaciones alimentarias son los trastornos digestivos más habituales y peligrosos en verano, no son los únicos. El estreñimiento, los empachos provocados por las comidas copiosas, los gases o la acidez también pueden afectar a la salud digestiva. Por ello, DosFarma recopiló las principales enfermedades o molestias que suelen aparecer en verano para saber cómo actuar para prevenirlas.

Las toxiinfecciones alimentarias, o intoxicaciones, son enfermedades que se producen por ingerir un alimento contaminado. La mayoría son enfermedades leves que se curan a los pocos días, con reposo y tomando muchos líquidos. No obstante, sí que llegan a ser peligrosas para personas inmunodeprimidas. Hay muchos gérmenes que las causan, principalmente bacterias. Estas son las que más suelen contaminar la comida en verano.

Las vacaciones son el periodo ideal para salir a comer fuera. Eso suele implicar grandes comilonas acompañadas con una buena conversación. No obstante, eso es un cóctel perfecto para los gases. Los gases estomacales se producen durante la digestión y es normal. Sin embargo, a veces hay dolor abdominal y malestar y no se pueden expulsar. Un aumento del gas en el estómago suele deberse a tragar una gran cantidad de aire. Eso puede ocurrir si comemos muy deprisa, sin masticar bien.

Por otra parte, en cuanto a la acidez, es un problema que sufren, de forma intermitente, más del 40 % de los españoles. Es una sensación de ardor que aparece en el pecho o la garganta. Sucede cuando la abertura que separa el estómago del esófago no se cierra totalmente y permite que los ácidos del estómago pasen. Si se come demasiado rápido o en grandes cantidades, se desnivela el ácido del estómago.

La rutina puede cambiar drásticamente durante el verano; eso se nota en nuestro tracto digestivo y puede aparecer estreñimiento ocasional. Puede deberse a un cambio en la dieta (por ejemplo, porque no consumimos la suficiente fibra) o al sedentarismo. Uno de los motivos más habituales en los meses de calor es la deshidratación producida por las altas temperaturas.