Cuidar el planeta y pasar de los ‘likes’

Firmas
Ana Iglesias
Rafa Centeno

Galicia es lluviosa por definición, así que... keep calm agoreros. O lo que viene a ser lo mismo, que mantengamos un poquitín la calma cada vez que se habla de sequía por el noroeste peninsular, porque por aquí no hay anticiclón que dure mil años y la lluvia siempre tira a diluvio cansino, y en cero coma el caudal sube al mismo ritmo que la inflación.

Bueno, eso es solo mi percepción y mi pensamiento personal; absolutamente erróneo visto desde el punto de vista científico, seguro, y por supuesto, políticamente incorrectísimo. Pero dudo mucho que alguien más no lo haya pensado también. Basta con ver que en tres días de lluvia, del sábado al lunes, en concreto, el caudal del río Tambre ya pasó de 2,5 metros cúbicos por segundo a casi 6, y eso sin contar con la que cayó el martes, en el que por momentos Compostela parecía ser más Vilagarcía que nunca viviendo la Fiesta del Agua de sus mejores tiempos.

Así que, tranquilidad al respecto. Pero otra cosa muy diferente es hablar del cambio climático, que es una obviedad que se está produciendo y que todo apunta a que traerá consecuencias nefastas, y que urge poner en marcha medidas para cuidar el medio ambiente. Y ahí es donde debería entrar el discurso político y las medidas a tomar con respecto a las restricciones del agua y de la energía, que no deberían desperdiciarse nunca, llueva o haga sol. Porque la cuestión no es que ahora escaseen por un fenómeno meteorológico puntual, sino que a diario deberíamos tener gestos en nuestra rutina que ayudasen a asegurar el futuro del planeta.

Y OTRA REFLEXIÓN, AL HILO DE UN POST QUE LEÍ HACE ALGÚN TIEMPO en la cuenta de @la_mandanga tras la que se encuentra la genial ilustradora Noemí Rebull, en la que hablaba de la tiranía de los likes y el poder del algoritmo, no ya solo a la hora de promocionar o castigar lo que haces en redes, proporcionando más o menos difusión, sino también sobre la influencia que ejerce en el estado anímico de la persona que hay detrás y sobre la percepción que el resto de comunidad tiene sobre la calidad de lo que se presenta.

Y en este punto es cuando no habría que olvidar que aunque en muchos casos las redes sociales son solo un simple divertimento (y es ahí cuando deberíamos aplicar lo de a mí plin el algoritmo de marras), para otros es parte del trabajo con el que se pagan las facturas, y creo que quienes no las usan como herramienta profesional empatizan poco con lo que puede significar dar un me gusta o comentar una foto.

Por eso, me gusta mucho la conclusión a la que llega ella, que creo es extensible al mundo fuera de las redes; habida cuenta de que no se puede predecir el éxito, no tiene sentido trabajar para gustar todo el rato, sino trabajar para gustarse a uno mismo. Hacer de eso el mantra de septiembre me parece la mejor forma de empezar el curso.

Y DICHO ESTO, Y COMO AÚN ESTAMOS EN VERANO por mucho que la omnipresente campaña de la vuelta al cole se lo quiera llevar por delante, solo decir que según los datos que maneja la empresa nutritienda, seis de cada diez españoles engordan en vacaciones durante julio y agosto. Unas cifras, por cierto, que aumentan significativamente en las personas que se encuentran entre 40 y 60 años, ya que casi un 80% de ellas habrán subido de peso, mientras que por sexos, cinco de cada diez de ellas engordan frente a siete de cada diez de ellos.

Para los expertos, los cambios en las rutinas, horarios y hábitos alimenticios hacen que se engorde una media de dos a tres kilos entre julio y agosto, con menos ejercicio, más ingesta de alcohol, muchas comidas fuera de casa y más caprichitos.

Me queda por saber si quienes nos vamos de vacaciones en septiembre aplicando la misma fórmula obtendremos idénticos resultados sobre la báscula. Pero a la vuelta de ellas lo cuento :)