En dos o tres años más mujeres morirán por cáncer de pulmón que por cáncer de mama

La mortalidad atribuida al tabaco en Galicia es del 25,8 % // Los hombres han ido reduciendo su dependencia; las mujeres no y las enfermedades asociadas empiezan a aflorar
Salud
Ángela Precedo

Morir de cáncer de pulmón es una de las peores muertes posibles, no solo para la persona que pierde la vida, sino también para su familia. Noches sin dormir con una tos seca que inunda el pecho, flemas cargadas de sangre, convulsiones, crisis nerviosas, trastornos de personalidad y todo un sinfín de complicaciones que suponen pasarse la vida de hospital en hospital, con ‘sustos’ continuos de los que nunca se sabe cuándo será el último. Ver cómo la vida de un ser querido se apaga detrás del humo de un cigarro y no poder hacer nada es una de las experiencias más duras.

Un estudio de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC), elaborado por el equipo de la USC del que forma parte el catedrático Alberto Ruano Raviña, pone de manifiesto una dura realidad: cada año 54.000 personas mueren en España a causa del taquismo. La comunidad gallega estaría por debajo de la media estatal, con un porcentaje de mortalidad atribuida al consumo de tabaco del 25,8 % (frente al 27,5 % nacional). Además, “a nivel de prevalencia de consumo, hoy por hoy la comunidad gallega es la comunidad española donde menor consumo de tabaco existe”, asegura a EL CORREO el profesor Ruano.

Con todo, considera que es fundamental que esa prevalencia continúe reduciéndose, especialmente en el caso de las mujeres. “Si vemos los datos a nivel estatal, observamos dos tendencias divergentes en cuanto al sexo: los hombres han disminuido bastante la prevalencia del consumo de tabaco en las últimas décadas, pero en las mujeres esto no ha sido así, pues el cambio en el consumo de tabaco para ellas ha sido pequeño, apenas ha variado en los últimos 15 o 20 años”, explica.

Esto supone un grave problema en la actualidad, pues los fumadores del pasado son los que experimentan, si no dejaron el hábito, complicaciones ahora, a medida que envejecen. “Ahora está empezando a aflorar, y ya lleva un tiempo haciéndolo, toda la enfermedad asociada al consumo de tabaco que ya había aparecido antes en los hombres en las mujeres españolas y, por tanto, también en las mujeres gallegas”, pone sobre la mesa el experto. Esto hará que en el plazo de dos a tres años, según sus cálculos, “la mortalidad por cáncer de pulmón supere a la mortalidad por cáncer de mama”, significando así la primera causa de muerte por cáncer en nuestro país. “Y eso no es algo nuevo, ya se ha visto que así ha sucedido en otros países”, asegura Ruano.

En concreto, ejemplifica el caso de Estados Unidos, que ya vivió una experiencia similar en el 1987, por lo que “sabíamos que iba a ocurrir, ha habido tiempo para evitar que ocurriese, pero las políticas públicas desde el Gobierno han sido más que tenues”, critica. Las dos leyes que salieron adelante y que prohibieron fumar en el interior de los establecimientos públicos no son suficientes. “Estas leyes fueron buenas, pero hoy por hoy el que estemos discutiendo si se debe o no dejar fumar en las terrazas es un poco fuegos de artificio”, plantea Ruano.

NORMATIVA EN ESPACIOS PÚBLICOS. “Hay que prohibir que se fume en todos los espacios públicos, en parques, jardines...”, se muestra convencido este experto de la USC, que asegura que esto no sería ninguna revolución mundial, pues ya hay países que lo hacen. Por ejemplo, explica que en Japón ya hay leyes que prohíben a las personas ir fumando por las calles, y en Estados Unidos si una persona quiere fumar no puede hacerlo en la puerta de los edificios, porque nadie tiene por qué entrar atravesando una nube de humo. “Entonces creo que aquí debemos ir mucho más allá”, sentencia.

El cáncer de pulmón se conoce también, o debería conocerse, como ‘la pandemia silenciosa’, y es que causa tantas muertes al año como la suma de las que provoca el cáncer de mama, el cáncer de páncreas y el cáncer colorectal juntas. Así lo cuenta a este periódico el profesor Ruano, que lamenta que las probabilidades de supervivencia en cuanto se diagnostica a cinco años vista son muy bajas.

“Solo en torno al 15 % o 20 % de personas diagnosticadas sobreviven más allá de los cinco años, es un porcentaje de mortalidad altísima, ya que supone que de cada 100 personas, solo sobreviven 15 o 20 más de cinco años”, reflexiona. También apunta que, afortunadamente, está mejorando la supervivencia gracias a los últimos avances científicos y médicos, pero queda mucho por hacer y, lo principal, sería que fuese la propia persona la que, ayudada por profesionales y familia, abandonase el hábito.

Asimismo, es importante incidir en campañas como la desplegada desde hace años en las cajetillas de tabaco, que muestra fotografías de pulmones de fumadores deteriorados bajo el aviso de ‘fumar mata’. “Esto facilita a las personas del entorno del fumador, sino al propio fumador, tomar conciencia de lo que pasa por fumar y animarle a dejarlo”, dice.