La leyenda oriental de ‘La mariposa azul’

Firmas
Otilia Quireza

Esta leyenda nos recuerda que el presente y el futuro están en nuestras manos. Y nos enseña que somos responsables de nuestros actos.

Cuenta esta leyenda que, hace muchos años, un hombre enviudó y quedó a cargo de sus dos hijas. Las niñas eran muy curiosas, inteligentes y siempre tenían ansias de aprender. Constantemente le hacían preguntas a su padre, para satisfacer su hambre de querer saber. A menudo el hombre podía responder sabiamente, sin embargo, en ocasiones no estaba seguro de poder ofrecerles a sus hijas una respuesta acertada.

Viendo la inquietud de las dos niñas, decidió enviarlas una temporada a convivir con un sabio que vivía en lo alto de una colina. El sabio era capaz de responder a todas las preguntas que las pequeñas le planteaban, sin ni siquiera dudar.

Una noche, las dos hermanas idearon un plan: hacerle al sabio una pregunta que fuese incapaz de responder. La mayor salió al campo y atrapó una mariposa azul que envolvió en su delantal para que no se escapase.

--¿Qué tienes ahí? Preguntó la hermana pequeña. La hermana mayor metió su mano en el delantal y le mostró a la niña una hermosa mariposa azul.

- ¡Qué belleza! ¿Qué vas a hacer con ella?

A continuación, comenzó a explicarle a su hermana cómo lo iban a actuar.

Mañana, mientras sostenga la mariposa azul en mis manos, le preguntamos al sabio si está viva o muerta. Si responde que está viva, apretaré mis manos y la mataré. En cambio, si afirma que está muerta, la liberare y volará libre. De esta forma, sea cual sea su respuesta, siempre será incorrecta.

A la mañana siguiente las niñas acudieron al sabio, deseosas de hacerle caer en su trampa, y le formularon una pregunta. Sabio –dijo la mayor– ¿Podrías decirnos si la mariposa que llevo en mi mano está viva o está muerta?

A lo que el sabio, muy tranquilo y con una sonrisa pícara le respondió: Depende de ti, ella está en tus manos” .

Esta leyenda nos enseña que somos los dueños de nuestras vidas y responsables de nuestras acciones. Todo el tiempo podemos elegir, tenemos múltiples opciones.

Algunas decisiones serán acertadas y otras no, pero de todas aprenderemos algo porque la vida es un constante aprendizaje. Y es mejor enfocarnos en que aprendemos y no en el problema.

Toma las riendas de tu vida y dirige tu camino hacia el futuro que quieres sin miedo.

No deposites tu mariposa azul en las manos de nadie. No le des el poder de decidir aplastarte o dejarte volar. Sólo tú puedes decidir.

Si quieres contarme que te preocupa puedes hacerlo en consulta@otiliaquireza.com, estaré encantada de ayudarte.