Las preocupaciones en exceso te pueden enfermar

Firmas
Otilia Quireza

Quizás seas de esas personas que viven en el mundo del ¿Y si...? ¿Y si sale mal? ¿Y si no lo consigo? ¿Y si me equivoco?... Tu mente se preocupa casi constantemente por cosas que no han ocurrido aún.

La preocupación es una capacidad humana de tener pensamientos recurrentes e intrusivos, normalmente desagradables, sobre un tema concreto.

Cuando te preocupas por algo del pasado, tu cuerpo va a reaccionar emocionalmente en el presente con un cuadro de ansiedad como consecuencia de esas preocupaciones.

Pero cuando tus preocupaciones son por el futuro, tu deseo de controlar que las cosas salgan como imaginas, va a hacer que tu cuerpo reaccione en el momento presente nuevamente con ansiedad.

El hecho de preocuparnos nos puede hacer sentir cierto grado de control de lo que va a ocurrir. Pero no debemos olvidar que la vida es bastante impredecible y la incertidumbre va a generar ansiedad y miedo.

La preocupación en exceso es mala para la salud. El cerebro no diferencia real de imaginario y puedes tener síntomas como si estuvieses ante una amenaza real como: ansiedad, fatiga, cansancio, irritabilidad, inquietud...

La preocupación excesiva es persistente, porque no desapa-
rece por mucho que lo desees. Te das cuenta de que es una preocupación exagerada, que desencadena cuadros de estrés importante y una gran inquietud, pero no sabes como solucionarlo.

Con la preocupación, pierdes de disfrutar del presente por
estar rumiando situaciones en
el pasado que no consigues su-
perar, o del futuro que quisie-
ras controlar.

¿Qué puedes hacer para dejar de preocuparte en exceso?

Como no puedes dejar de preocuparte, igual que no puedes dejar de pensar, hazlo pero se tú quien dirija tu mente.

Te recomiendo este pequeño pero potente ejercicio:

• Limita el tiempo de preocupación en 20 minutos al día, hazlo siempre a la misma hora, y muy importante, hazlo por escrito. Escribe todo aquello que te preocupa. Te sorprenderá que a veces sin buscarlas aparecen soluciones en las que ni habías pensado.

• Practica la atención plena a través del Mindfulness, y trae a tu mente al aquí y ahora. Es en el presente donde ocurren las cosas.

• Ocúpate de aquello de lo que si puedes ocuparte. Cuando tu foco se sitúa en el presente, empiezas a sentirte capaz de afrontar las dificultades que vengan.

Y recuerda que preocuparse no es lo mismo que ocuparse. Deja ya de preocuparte de los problemas y ocúpate de ellos para solucionarlos.

Nuestro peor enemigo es nuestra propia mente

Si deseas contactar conmigo, puedes hacerlo en consulta@otiliaquireza.com. Estaré encantada de poder ayudarte.