Orgullo, fiestas y recogida de basura

Firmas
Ana Iglesias
Rodrigo Costoya

Quizá a estas alturas ya no viene muy a cuento recordar por aquí que no hace tanto se penalizaba con multas y cárcel el sexo homosexual consentido entre adultos en el ámbito privado, o que se consideraba a personas del mismo sexo enfermos que podían ser encerrados en instituciones mentales de por vida. Pues por muy absurdo que parezca, esto que cuento no es de la prehistoria o batallita de abuela cebolleta; eso pasaba hace dos telediarios y desgraciadamente en muchos lugares del mundo todavía sigue vigente.

Así que tal vez no esté de más recordar que el movimiento ciudadano contra una redada policial en un bar neoyorquino el 28 de junio de 1969 fue lo que hizo que cambiase todo aquello, disparatado y terrible, y que en la actualidad no solo haya en el calendario un Día Internacional del Orgullo LGTBI (y demás variantes de la sigla) para que unxs reafirmen ese sentimiento de amor propio sobre sus orientaciones sexuales, su visibilización y sus derechos, sino también para que el conjunto de la sociedad lo sintamos, defendamos y celebremos de igual manera.

Que se despenalicen en todo el mundo las prácticas homosexuales y que no haya discriminación no es solo cosa del colectivo, sino de todo el conjunto de la sociedad. Así que luchar por el derecho al matrimonio y a la adopción por personas del mismo sexo, el exigir respeto a la identidad sexual de transexuales y sus derechos, o el acabar con la LGTBfobia debe ser un objetivo común.

Y si bien todo esto no tiene discusión posible para mí, sí creo que tiene un debate la forma de hacerlo, y reconozco que en mi opinión darle normalidad a la orientación sexual de cada uno, no es precisamente hacer una declaración pública del género al que pertenece la persona a la que amas, con la que te acuestas o con quien formas una familia.

Así que yo respeto a María del Monte y respeto su sonado pregón en el Orgullo LGTBI en Sevilla hablando abiertamente por primera vez en su vida de su condición sexual y de su pareja, pero personalmente lo considero innecesario. Tanto como cuando Pablo Alborán apareció en un vídeo en Instagram diciendo “Estoy aquí para contaros que soy homosexual”. Que vale que lo sea y lo cuente, pero yo no veo que nadie haya necesitado salir diciendo que es heterosexual, y a eso es a lo que voy. A que la normalidad para mí pasa porque vivas tu vida y tu condición sin necesidad de tener que hablar de ello. Y pasa por aparecer en un photocall de la mano de tu marido, como Oriol Nolis, sin tener que explicar nada más.

NO COMO LOS POLÍTICOS Y RESPONSABLES MUNICIPALES a quienes corresponda que las ciudades estén relucientes. Porque ya bastante malo es que el personal tenga cero conciencia ambiental (y muy poca educación y urbanismo) dejando los sitios por los que pasa hechos un asco, por mucho que luego se posturee hablando de sostenibilidad y ecología en las redes sociales, pero si luego no hay quién lo resuelva mal vamos.

Total, que las playas de A Coruña amanecieron llenas de basura tras el la Noche de San Juan, igual que el Monte do Gozo tras el Son do Camiño, pero al menos en esta ocasión Esther Fontán se puso las pilas para que en unas horas el arenal herculino estuviese reluciente. Ver casi dos semanas después de los conciertos el aspecto que seguía teniendo el parque compostelano era para ponerse a llorar primero y pedir cuentas después, como mínimo.

Así que bienvenidos sean los vídeos, las fotos y los mensajes en forma de posts reivindicativos que circulan por las redes sobre los temas más variados, lo que a mí me parece estupendo, aunque yo también animo a que de paso que se despacha uno a golpe de tecla de smartphone o en la barra de un bar, se curse la correspondiente reclamación oficial donde sea oportuno.

LO DIGO HOY QUE ES EL DÍA MUNDIAL DE LAS REDES SOCIALES, con Instagram convertida en la red social favorita de los españoles para publicar contenidos personales y Linkedin, con más de 500 millones de perfiles a nivel mundial, la preferida para uso profesional. Y con China obligando a sus influencers a demostrar que están cualificados para hablar de temas divulgativos. Ahí lo dejo :)