Messina inflama el debate: ¿Urge un nuevo calendario?

El veterano técnico italiano plantea paralizar las competiciones europeas hasta marzo y completar ahora las ligas de cada país
Liga Endesa
Cristina Guillén/Óscar de la Fuente
REFLEXIÓN El italiano Ettore Messina, entrenador del Olimpia Milano. Foto: Toms Kalnins/EFE

La incógnita lleva sobre la mesa desde principio de temporada: ¿Será posible completar todo el calendario del baloncesto europeo? La realidad de la pandemia de covid-19 en cada territorio, la infinidad de viajes y la imposibilidad de mantener entornos burbuja complican el desarrollo del curso y afectan a las competiciones domésticas. Ayer Ettore Messina, uno de los entrenadores más laureados del baloncesto europeo y actual técnico del Olimpia Milano, inflamó el debate y pidió, en una carta abierta, revolucionar el calendario.

El italiano fundamenta su propuesta con argumentos, aunque la misma genera otros interrogantes de difícil solución. En resumen, Messina plantea paralizar los torneos continentales (Euroliga, Eurocup, FIBA Champions League) para retomarlos a partir de los meses de marzo o abril, y completar hasta entonces las ligas de cada país.

“Cada semana tenemos más y más jugadores, entrenadores, socios del club que dan positivo, más y más partidos, en todos los países o en todas las competiciones internacionales, se posponen”, expone el técnico del Olimpia, quien recuerda el incremento de las restricciones a lo largo y ancho del continente, por lo que “las dificultades de viajar al extranjero aumentan la preocupación por la salud de los equipos y árbitros”.

La consecuencia lógica para Messina es que “pronto, no habrá más fechas disponibles para jugar partidos pospuestos. Un mayor número de resultados dependerá de la suerte, de afrontar menos infecciones en tu equipo, en comparación con lo que les pasará a los demás”, defiende el técnico, quien pide a todos los estamentos que busquen “una solución común”.

¿Cuál propone el veterano entrenador transalpino? Cree que “la única opción lógica” pasa por terminar las ligas nacionales “en los próximos cuatro meses”, y una vez se consiga, retomar los torneos internacionales, confiando además en que la pandemia se encuentre en una fase más favorable que la actual.

Una solución así ayudaría a reducir los viajes y contribuiría a establecer entornos más seguros. Pero, al igual que se centra en salvar los torneos internacionales, también conllevaría desventajas, sobre todo en clave Liga Endesa. Si solo compiten hasta marzo, ¿qué ocurriría con los contratos de los clubes que no juegan en Europa, como el Monbus Obradoiro? ¿Cómo se les podría compensar si para entonces la evolución de la pandemia permite la asistencia de público a los pabellones? ¿Cómo asumirían dos partidos semanales plantillas construidas para una competición? ¿Cómo afectaría esto a los derechos televisivos?

El debate lleva tiempo sobre la mesa y ya han surgido defensores de la idea de Messina, aunque la mala relación entre los actores implicados (ACB, FIBA, Euroliga) supone quizá el mayor obstáculo.