Pobreza extrema

Antonio Cazás Fernández

todos los días, en algún medio de comunicación, aparece y se habla de la pobreza. Pero solo son pequeñas pinceladas, salvo que sea un artículo al respecto o que sea una televisión y dedique ese día un programa entero a hablar de la pobreza, pero si os fijáis, aparecen unos cuantos mendigos en ciertos barrios y punto.

En el caso de menores de edad, somos el tercer país de Europa con más pobres, por detrás de Rumania y Bulgaria. En total, tenemos 10 millones de pobres ya casi en la indigencia porque según datos estadísticos de la media nacional, dos de cada diez personas están en esa situación hoy en día. En el año 2019, el 16,5 % de la población ya estaba en riesgo de pobreza total o exclusión social permanente.

Además, aunque no se les considera pobres, están los jubilados, que apenas cobran 400 euros al mes y los hay que ni eso. Para algunos su pensión real, según datos de la seguridad social, es de 230 euros y el resto se lo dan como un plus, eso significa, que cuando quieran se lo pueden quitar.

Es una vergüenza, que en un país como es España suceda esto, es una vergüenza que los políticos se suban los sueldos, que ya son astronómicos, y miren para otro lado cuando se les habla de la pobreza en España. Es una vergüenza que tengamos diputados provinciales con sueldo, claro; diputados autonómicos con sueldo, claro; y para rematar, diputados nacionales con sueldos, claro, aparte de senadores y cientos de cargos inútiles que cobran todos los meses un dineral. Eso es una Vergüenza total. A todo esto, hay que sumar a los asistentes y amiguetes de turno o familiares, que tienen cargos que no existen, pero ellos cobran, y no digamos de los asesores, en total, casi medio millón de personas que viven de la política. Todo esto además de un montón de empleados públicos que algunos, la verdad, trabajan como esclavos, cuando otros, no dan palo al agua, sobre todo, en los ayuntamientos.

Lo he hablado con diputados, senadores, enchufados, asesores y un montón de personas que viven de la política, todos, pero todos, sean de izquierdas, de derecha o nacionalistas, republicanos o monárquicos, piensan que hacen falta y, lo de la pobreza, pues es un problema de todos los países. Pero señores, ¿donde piensan que están ustedes, qué se creen que son? Esto sucede aquí y en otros países parecidos, pero si nos vamos a otros lares, como un ejemplo, Suecia, Finlandia, etc., etc., esto no sucede amigos míos.

La canción de siempre, y más aún ahora con este Gobierno, escuchamos “es que la caja de las pensiones esta casi vacía, no llegan los que están trabajando...”, pero a ver señores políticos, si uno trabaja y cotiza, se entiende, que ese dinero estará o debiera estar en una caja y creciendo, entonces, cuando le llegue la jubilación a las personas, tendrán de donde cobrar. Otra cosa en la que también incido es que tiene que haber una pensión mínima, al igual que existe un sueldo mínimo, pues las pensiones deben de estar equiparadas con este. La caja de las pensiones no se puede tocar, eso caca, como se les dice a los niños, cuando intentan tocar algo que no deben. Seamos serios y responsables, que no se digan mentiras en campaña que después nunca se cumplirán. Dedicar más dinero a la investigación, más a la cultura, pero no a los amiguetes del partido; más a la integración social, más a reparar esos problemas para intentar radicar la pobreza o al menos se vaya rebajando hasta que se llegue con el tiempo, a la cota cero. Menos políticos, amiguetes, asesores etc. y más inversión en lo que hace falta de verdad.

Me da mucha pena ver a tanta gente tirada en las calles, sin pensiones, sin ayudas, sin poder llevarse un plato de comida a la boca, cada día, mientras, si eres de una etnia que aquí no se por qué esta tan protegida, o has llegado en una patera de Marruecos, entonces si te dan ayudas, las que haga falta. ¿Estamos locos o qué? Primero somos nosotros, los de aquí y, si se puede, pues ayudar a todas las personas que podamos, pero no podemos quitárselo de la boca a un vecino para dárselo a alguien que es recién llegado y no se sabe con qué razón, ni lo que hará, ni nada de nada. A mí me dan mucha pena esos países que tanto sufren las personas por las guerras y por culpa de sus mandatarios, claro que me dan pena y los ayudaría si pudiese, me dan pena los niños de cualquier país, me da pena todo ser humano que sufra y más por injusticias. Pero mi deber primero y, ante todo, es ayudar a mi familia, mis amigos, mis vecinos, en total, a mi gente, si después de esto, puedo ayudar a otros, encantado de hacerlo y, apoyo siempre esas iniciativas, pero primero a los que tengo a mi lado y lo están pasando mal.