Se estrena con un retraso de 24 minutos el nuevo tren a Madrid

El primer tren del nuevo servicio Pontevedra-Vilagarcía-Santiago-Madrid, que este martes inauguró los nuevos horarios, finalizó su recorrido con 24 minutos de retraso, con lo que los viajeros solo se ahorraron la mitad del tiempo prometido. Salió de la ciudad del Lérez a las 5.45 de la madrugada y en vez de llegar a las 11.07 a Chamartín, lo hizo a las 11.31 horas, según los datos que facilita el Adif.

Son múltiples las variables que condicionan el tiempo de un viaje. En este caso, no es habitual que circulen los trenes S-730 del servicio Alvia Galicia-Madrid por el Eje Atlántico sur, lo que debía ser normal desde 2015, pero que solo sucede si se interrumpe la línea del Miño por incidencias. Detrás de ello está la reivindicación del alcalde vigués de no pasar por Santiago.

Así, esa circunstancia, unida a la circulación lenta por la salida sur de Ourense, a causa de las obras de adaptación –Adif informó que el descarrilamiento del lunes en Taboadela se solventó a las cinco de la madrugada–, las posibles limitaciones temporales de velocidad en zonas reblandecidas por la lluvia, o el paso por un nuevo cambiador de anchos que esperemos que en el invierno no sufra el crudo frío de Sanabria, van sumando minutos de retraso.

Pero que el primer tren de este martes haya invertido 5 horas y 1 minuto desde Santiago a Madrid, supone un tiempo inferior en un minuto al mejor logrado entre febrero y abril de 2016, cuando la nueva vía Zamora-Pedralba no pasaba de la explanación de la plataforma y la construcción de algún elemento.

Por ello, queda muy lejos de la promesa de las 4 horas y 14 minutos que se repitió el lunes en el vídeo de presentación de la nueva infraestructura. Habrá que esperar a la conclusión provisional de toda la línea y la puesta en servicio de los nuevos Avril para tener tiempos asegurados.

Es más, ayer por la mañana solo llegó en punto el que salió de Ferrol de las 6.20 horas al estacionarse en Chamartín a la una de la tarde tras recuperar 9 minutos por el camino, pero el Madrid-Lugo llegó también 22 minutos más tarde, y el Madrid-Pontevedra, 10 después de lo previsto tras recuperar 6 minutos.

Por otra parte, en la noche del lunes, se desprendieron un 15 metros del talud que sustenta la vía A Coruña-Betanzos, en el herculino barrio de As Xubias, sobre la ría. No afectó a traviesas y raíles pero está cortada la circulación, mientras el Adif la repara.

Y en la estación de Ourense, la CGT protestó porque si bien Renfe puso en servicio nuevos trenes en Galicia para enlazar con los que vienen o van a Madrid, no recupera (o aumenta) los media distancia de primera hora de la mañana entre las ciudades, que se utilizaban para ir a trabajar.