La Villa de Diomedes y el eterno impacto de Pompeya

Firmas
Pilar Corredoira

La Villa de Diomedes de Pompeya, después de un largo proceso de restauración, mostrará nuevamente su carácter a partir del próximo otoño y la aproximación a lo que fue se revela con mayor información gracias a estos logros; en el último año han aflorado nuevos descubrimientos significativos y el palacio Villa Diomedes es uno de los grandes edificios que recuerdan el pasado glorioso de la urbe marcada por la tragedia, arrasada por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C.

Toda explicación se vuelve escasa para definir el impacto que produce Pompeya en el visitante, las trazas de la ciudad dormida aunque todavía definida en sus ruinas, espejo de lo que fue; por esas y tantas razones la visita siempre es una experiencia impresionante; desde su descubrimiento por Fontana en el siglo XVI y de las continuadas excavaciones, las primeras dirigidas por el militar e ingeniero aragonés Roque Joaquin de Alcubierre, en el año 1748.

Los hallazgos han seguido aflorando intermitentemente y han supuesto todo un motivo inagotable de inspiración continuada para artistas, arquitectos, poetas, literatos, de diferentes etapas de la historia que encontraron en aquellos espacios suspendidos en el tiempo, en sus pinturas, villas y restos monumentales, en las equilibradas calzadas, estatuas y decoraciones, alicientes sin igual; y en consecuencia motivarían interpretaciones que derivarían en creaciones inesperadas ; sucedió en determinados tiempos de las obras de Théophile Gaulttier, Giorgio di Chirico, Medardo Rosso y con mayor proximidad en las esculturas de Igor Mitoraj alusivas al mundo clásico.

Y el poder de seducción sigue presente en la actualidad, cautivando a las almas sensibles, atrapadas en esa atracción capaz de provocar tantas impresiones acrecentadas con los nuevos descubrimientos que cada poco tiempo sorprenden, por las conclusiones de los estudios de objetos y señales que conciernen a las ciencias y al arte. Cada momento recuperado de la historia de Pompeya y de su vecina Herculano nos lleva a la realidad de aquellas sociedades vitales y gozosas que encarnaban el modelo de vida de la civilización romana de su tiempo, organizadas y bien estructuradas. El conocimiento añade mayor carga emocional, sentida por las gentes de ayer y de hoy, igualmente impresionadas ante la ciudad paralizada y estática.

La villa de Diomedes, es una de las construcciones de mayor empaque próxima a la villa de los Misterios, en la zona de la Puerta de Herculano, descubierta a la par que la villa de Cicerone y la casa de Julia Felice, en 1775, y se sumará con su restauración a toda una serie de aportaciones que recientemente han incrementado la lista de valores entre ellos el Fresco que trata del mito de Teseo, Ariadna y el Minotauro, o el Carro Ceremonial de exquisita decoración.

Y a la eterna sugestión de la ciudad, a su enigma, no ha sido ajeno el pensamiento artístico; ha servido de inspiración, asimismo de pretexto y modelo para la reflexión y la confrontación con la obra de artistas contemporáneos y en esa línea, el proyecto “Pompeya@Madre. Materia Archeologica. La Collezioni”, acometido por el Museo de´Arte Contemporánea Donnaregina de Napoles, en 2017 en colaboración con el Parque Arqueológico de Pompeya, tomó como tema principal Pompeya, y su personalidad arqueológica y los posibles nexos entre los antiguos objetos y la producción artística contemporánea; piezas de diferentes etapas procedentes del histórico de excavaciones, salieron de su anonimato, y se encontraron intencionadamente con la obra de intelectuales y artistas: Le Corbusier, Daniel Buren, Mimmo Palladino, Fausto Melotti , Jeff Koons, Sol Lewitt , Andy Warhol, Richard Long; todo el conjunto adquiría nuevas interpretaciones y propiciaba nuevos conceptos; se rescataba la ciudad de sus cenizas para situarla en un plano de vanguardia; Pompeya seguía generando ideas , una vez más era manifiesta su capacidad de resistencia, ajena al paso del tiempo.

Su alcance, el interés que despierta, perpetuamente es mayor de lo que visualmente ofrece, de lo que puntualmente va narrando, para que conozcamos en cada tiempo, algo nuevo de lo que fue.