Los juegos tradicionales del Melga atraen a los escolares de Dumbría

Medio centenarar de estudiantes de infantil y primaria del CEIP Santa Eulalia, junto a profesores y tutores recorrieron las dos salas del Museo Etnolúdico de Galicia para conocer la historia y disfrutar con valiosas piezas de entretenimiento

Escolares de Dumbría con uno de los juegos existentes en el Melga /MELGA

Escolares de Dumbría con uno de los juegos existentes en el Melga /MELGA / S. E.

Los juegos, juguetes y deportes tradicionales que alberga el Museo Etnolúgico de Galicia (MELGA) atrajeron estos días a los escolares del CEIP Santa Eulalia de Dumbría, un centro que llevaba desde 2017 sin realizar una visita al recinto expositivo asentado en Ponteceso.

En la visita participaron grupos muy heterogéneos, ya que eran niños y niñas de educación infantil primaria y sus edades estaban comprendidas entre los 3 a los 9 años. En total los cinco grupos presentes sobrepasaban el medio centenar de escolares, que estaban acompañados de sus profesores/as-tutores/as Verónica Tajes, Yoel Álvarez, María Pilar Domínguez, Susana Capelo, Mari Carmen Suárez y Emma Rodríguez representante del grupo y organizadora de la actividad extraescolar.

Para la mayoría de los asistentes era su primera vez en desplazarse a Ponteceso para realizar una visita guiada al MELGA, solamente los niños y niñas de 4º eran los únicos supervivientes de la visita realizada hacía seis años, al igual que la coordinadora de grupo Emma Rodríguez.

Más de tres horas duró el recorrido por las dos salas expositivas del museo, entre las explicaciones teóricas, prácticas del director-guía y un pequeño receso para coger fuerzas y descanar. Todos disfrutaron de los juegos programados con gran entusiasmo y competitividad. “Un grupo extraordinario, sabiendo de las dificultades que entrañan los grupos tan numerosos y tan dispares en edades. Todos respondieron con admirable energía y pasión”, explican los responsables del museo.

“Curiosamente al final de la visita, uno a uno (por lo general lo hacen en grupo), se despidieron de Ricardo, comentándoles que la habían pasado guay que les había gustado mucho el museo”, explican. Los profesores de igual manera, “trasladaban a nuestro director que ellos conocían el museo de Allariz (Juguetes) y el de Santiago (Mupega) y que éste no podía ser comparado con ninguno de ellos. Porque este es…. excepcional y maravilloso”, apuntaron.

Una vez finalizada la visita, pasadas las 14,30 horas (la sesión había iniciado a a las 11,00 h. en punto), todos los visitantes se desplazaron en autobús colegial al Pinar de Balarés, para seguir jugando y almorzar todas las viandas que sus padres les habían preparado para la excursión. Una jornada completa, además el tiempo nos acompañó.

MELGA

El Museo Etnolúdico de Galicia (MELGA) es una institución museológica de carácter permanente que tiene como misión fundamental a conservación, investigación y difusión del patrimonio cultural gallego relacionado con el juego tradicional, con el deporte tradicional y con la historia del juguete. En él también se muestran objetos y piezas de grande interés, procedentes de España y de pueblos y regiones de la geografía mundial.

Según sus responsables, se trata de un espacio de compromiso con el pasado lúdico que sirve de instrumento didáctico para las presentes y futuras generaciones, en el que se organizan multitud de actividades y eventos anualmente.

Situado en plena naturaleza, en un edificio de arquitectura modernista, dispone aproximadamente de una superficie de 800 metros cuadrados de exposición, donde se exhiben más de cuatro mil piezas de la colección privada perteneciente a la Fundación Ricardo Pérez y Verdes. Cuenta además con un campo de juego de 1.000 metros cuadrados, así como con un amplio aparcamiento para visitantes.

El MELGA custodia las piezas de un coleccionista único: Ricardo Pérez y Verdes. Pontecesán de corazón, cedió por medio de su Fundación al Ayuntamiento de Ponteceso, todos los objetos relacionados con el juego y con el deporte que durante más de treinta y cinco años, fue adquiriendo por todas partes en sus viajes.