Julián Bustelo percibirá, a pesar de su abstención, un sueldo de 45.000 euros a propuesta del BNG rianxeiro

Las retribuciones de los otros ediles del ejecutivo se negociarán aparte

El acuerdo es retroactivo, desde la toma de posesión

El alcalde de Rianxo, Julián Bustelo, presidiendo una sesión plenaria / concello de rianxo

El alcalde de Rianxo, Julián Bustelo, presidiendo una sesión plenaria / concello de rianxo / suso souto

Después de cuatro meses sin percibir ninguna retribución por desacuerdos con los grupos de la oposición, el alcalde de Rianxo, Julián Bustelo (que preside el ejecutivo en minoría de Rianxo en Común), ya tiene aprobado su salario... y en contra de su voluntad. La Corporación municipal aprobó este jueves la propuesta presentada por el BNG para asignar una dedicación exclusiva al regidor de 45.000 euros.

Previamente, la oposición (PP, PSOE y BNG) había rechazado la propuesta de la alcaldía basada en una dedicación exclusiva de 45.000 euros para el mandatario municipal y tres dedicaciones parciales de 19.000 euros para tres de los otros cuatro ediles de su gobierno.

Y de nada sirvió la abstención del gobierno local a la propuesta nacionalista, respaldada también por socialistas y populares. Así las cosas, las retribuciones de los demás integrantes del ejecutivo rianxeiro deberán ser objeto de otra negociación.

Además, PP y PSOE solicitaron que el salario aprobado para Bustelo tenga carácter retroactivo. Es decir: que se le abonen las retribuciones correspondientes a los cuatro meses que lleva ejerciendo el cargo.

El portavoz del BNG, Xusto Ordóñez, dijo que Julián Bustelo no cobró hasta ahora “porque non quixo, pois esta mesma proposta xa a presentamos no mes de xullo”.

Y es que los grupos de la oposición coinciden en destacar que no se niegan a que los integrantes del gobierno rianxeiro cobren, sino que discrepan respecto a su dedicación al Concello. Bustelo, por su parte, mantiene que la oposición “non é quen para dicirnos como temos que traballar” y que los tres partidos llevan cuatro meses bloqueando las retribuciones a modo de presión para forzar la entrada en el ejecutivo, algo a lo que Rianxo en Común se opone.