La casa más iluminada de Santa Cruz de Rivadulla: “Incluso desde Suiza nos preguntan por las luces”

Josefina Campaña y Luis Barco decoran su vivienda con más de 2.000 leds y un árbol que alcanza los nueve metros de altura

Josefina Campaña y Luis Barco ante el decorado de Navidad en su casa de Santa Cruz de Rivadulla

Josefina Campaña y Luis Barco ante el decorado de Navidad en su casa de Santa Cruz de Rivadulla / cedida

N. Couceiro

La casa de Josefina Campaña y Luis Barco en Santa Cruz de Rivadulla levanta expectación de cara a su decorado de Navidad un año más, después de que en 2021 presentasen en su jardín un auténtico espectáculo visual que nada tenía que envidiarle a las postales navideñas de grandes capitales europeas.

En esta ocasión redoblan la apuesta con 2.000 leds y numerosos decorados realizados a mano por ellos mismos utilizando material reciclado, especialmente alambre y madera. Entre las principales atracciones está el árbol, de nueve metros de altura, y como novedad incorporarán unos ángeles de tuba de tres metros cadra uno. Campaña explica el porqué de estas estatuas: “Fuimos de viaje a otra ciudad y vimos que había muchos. Yo nunca los había visto ni conocía su relación con la Navidad, pero cuando me la contaron me decidí a hacer unos para nuestro jardín”, apunta la camariñense, que afirma que el trabajo detrás de cada uno de los decorados es “casi esclavo”.

Tanto ella como su pareja invierten todo su tiempo libre desde meses antes a las esperadas festividades para que todo esté listo. Campaña comparte de “es duro pero muy reconfortante ver el resultado final. Creemos que en estos tiempos hace falta un poco de ilusión y alegría y nos complace poder brindársela a nuestros vecinos”.

Y ellos lo agradecen profundamente, pues cada año la expectación es mayor: “Nos preguntan constantemente cuando será el encendido, no solo gente de A Estrada y Vedra, sino de todas partes de Galicia”. “Incluso nos han llegado a contactar desde Suiza”, señala Josefina, conocida también por su negocio Ondas do mar en la villa estradense.

Para celebrar el encendido, la pareja repartió chocolate caliente y churos. Hubo incluso fuegos artificiales.