Nuevo golpe al narcotráfico en Boiro con el arresto de 8 integrantes de una red dedicada al menudeo

Las fuerzas y cuperpos de seguridad del Estado han vuelto a dar un golpe al narcotráfico en la comarca del Barbanza. Y, de nuevo, en Boiro, donde hace unas semanas fueron arrestadas siete personas (cuatro de ellas de dicho municipio) relacionadas con el decomiso de 1.400 kilos de cocaína a bordo del pesquero Nuevo Furuno en Camariñas, en el marco de una operación llevada a cabo por la Policía Nacional en la que ya habían caído otros dos vecinos de dicha localidad.

Esta vez fue la Guardia Civil la que desarticuló una organización dedicada al tráfico de sustancias estupefacientes y detuvo a ocho vecinos de Boiro en la fase de explotación de la Operación Copito de Nieve.

Las investigaciones se iniciaron a principios del verano pasado tras tener conocimiento los agentes de la supuesta habilitación de diversos puntos de venta al menudeo en el citado municipio barbanzano, con las consiguientes molestias y alarma social entre los residentes de la zona.

En el transcurso de la misma, como fruto del trabajo de campo realizado, la Guardia Civil averiguó la identidad plena de los supuestos componentes de la organización, resultando ser seis varones y dos mujeres de Boiro. El cabecilla de la banda había urdido una red de puntos de venta, aprovechando que los responsables de los mismos ya tenían relación con este tipo de delitos.

Una vez obtenidas las evidencias de los presuntos delitos y la ubicación de los inmuebles en los que se realizaban, la Guardia Civil solicitó autorización judicial para proceder a efectuar los registros de dos domicilios, llevando a cabo además otros dos con posterioridad al acceder voluntariamente a ello los residentes.

En esta operación se decomisaron 2.055 euros; 835 gramos de cocaína; 75 gramos de heroína; 102 gramos de hachís; 3,203 kilogramos de marihuana; 11 básculas de precisión; tres teléfonos móviles smartphon; 64 cartuchos de calibre 38S&W; 51 cartuchos de caza del calibre 12 y otros 14 del calibre 16; y diversos útiles para la preparación y distribución de sustancias estupefacientes.

Los ocho detenidos están acusados de un supuesto delito de tráfico de sustancias estupefacientes y otro de pertenencia a grupo criminal, y fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Ribeira, que decretó el ingreso en prisión del cabecilla del grupo. Los otros siete quedaron en libertad provisional. Las detenciones se produjeron en cuatro puntos de Boiro: la aldea de San Mauro (parroquia de Lampón), el barrio de Corrillo, la zona de Espiñeira y la calle Principal. El cabecilla de la banda tiene antecedentes por otros hechos delictivos.

REACCIONES. El alcalde de Boiro, José Ramón Romero, dijo que “lo que está pasando aquí no es muy diferente de lo que pasa en otros concellos” y que “Boiro no es el foco de la droga del Barbanza”. El regidor añadió que las dos últimas operaciones antidroga en el municipio “son el resultado de la excelente labor de la Policía Nacional y la Guardia Civil con exhaustivas investigaciones que llevaron tiempo” y que se tradujeron en la desarticulación de una banda que actuaba a gran escala y otra dedicada a la venta de droga al menudeo.

"ESTAMOS BAJANDO LA GUARDIA". El gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico, Fernando Alonso, dijo que “estamos bajando la guardia en materia de prevención ante las drogas” y que “las operaciones contra el menudeo son tan o más importantes que las que se hacen contra el tráfico a gran escala, porque es la continuidad de una cadena que urge cortar antes de que la droga llegue al consumidor”. Por otra parte, cree que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado “no tienen los medios suficientes para combatir el narcotráfico. Tampoco los juzgados, en general ya saturados y en los que una macro causa sobre drogas engrandece el colapso”. Asimismo, ve necesario hacer cambios en el marco jurídico para agilizar y optimizar la lucha policial. “No puede ser, por ejemplo, que un encausado por narcotráfico eluda la prisión con una fianza que tarda 10 minutos en reunir”, dijo.

PLANTILLAS POLICIALES. El sindicato Jupol, mayoritario en la Policía Nacional, reiteró la necesidad urgente de incrementar el catálogo de puestos de trabajo, “que lleva sin actualizarse de manera estructural desde 2008”, para poder hacer frente en condiciones óptimas a la nueva realidad delincuencial. En Galicia la media es de 27 agentes por cada 10.000 habitantes, “una cifra que se queda muy corta para poder garantizar unas condiciones óptimas de seguridad”.

El último Concurso General de Méritos incrementa 87 plazas en Galicia, entre las escalas básica, de subinspección y de oficiales. El catálogo de la comisaría de Ribeira es de 65 agentes, pero hay 57, y prevé incorporar un agente y un oficial. Jupol pide aumentar la plantilla de Ribeira en al menos 20 agentes, pues “el número de efectivos es insuficiente para que a veces pueda salir una patrulla, al tener que garantizar el perímetro de seguridad de la comisaría, tramitar denuncias y custodiar calabozos”. Y añade que “hay una deficiencia grave: el cristal de la entrada podría romperse con una piedra”.