Agentes declaran que el exjefe de Policía de Boiro, Manuel Feás, nunca les pidió que retirasen una multa

Varios agentes de la Policía Local de Boiro han declarado este miércoles que el que era entonces su jefe, Manuel Feás, "nunca pidió que se retirase una multa" y que era "muy meticuloso" en su trabajo.

Así lo han dicho en la sede compostelana de la Audiencia Provincial de A Coruña, ha acogido la primera sesión del juicio contra el que fuera hasta 2019 jefe de la Policía Local de Boiro, acusado de irregularidades en la tramitación de 12 multas.

Durante la sesión han declarado tres guardias civiles, encargados de analizar la documentación después de que el Concello de Boiro denunciase supuestas irregularidades. Los tres han dicho que detectaron en el listado de denuncias que había "propuestas de sanción que no habían sido tramitadas", aunque sin apuntar el motivo o el culpable.

Además, distintos agentes han dicho que, tras poner una denuncia, el comprobante se introducía en un buzón del que solo tenía llave el procesado. Posteriormente, era necesario cumplimentar el informe y darle traslado a su tramitación bien a tráfico o bien al Ayuntamiento. La tercera opción, en caso de detectar un error, era declarar la denuncia nula.

Aunque el acusado era el que solía realizar el listado de boletines para dar traslado al instructor, los policías han apuntado que ellos también lo hacían y que, dado que las noches eran momentos de menos trabajo, solían aprovecharse para marcar y cumplimentar las denuncias pendientes, algo que no solo realizaba el procesado.

Las supuestas denuncias no tramitadas afectaban a personas que tenían algún tipo de relación con el exjefe. Fueron investigadas en 2019, después de su suspensión, a requerimiento de la alcaldía, han dicho dos de los testigos, que analizaron los documentos de hasta cinco años atrás.

Este es el segundo caso que enfrenta al exjefe de la Policía Local de Boiro y al Concello en los tribunales. A inicios de este mes, la sección sexta confirmó la absolución de Manuel Feás en otra causa, en la que se le acusaba de un delito de malversación por una presunta compra irregular de ropa, calzado y munición para el cuerpo.

Ambos casos tienen su origen en 2019, cuando fue cesado de su cargo al frente de la Policía Local de Boiro y se realizó un repaso de distintos aspectos de su gestión. En el juicio abierto no ejerce acusación Fiscalía, solo el consistorio boirense.