Denuncian hábitos de peregrinos que afean el cabo Fisterra

Algunas malas prácticas de peregrinos que llegan al cabo Fisterra han hecho saltar las alarmas de visitantes y del propio gobierno local. Así, en la parte trasera del faro una de las vallas de cierre luce repleta de chubasqueros, botas y otras prendas que los caminantes dejan allí cuando concluyen su peregrinación. Una práctica incívica que afea el mítico fin de la Tierra, y que lleva a visitantes como Raquel Cuéllar a preguntarse “¿cómo es posible que las administraciones permitan esto?”. Asegura que “como gallega sentí vergüenza y pena”.

La alcaldesa Áurea Domínguez lamenta también estas prácticas, a pesar de que hay señalizaciones en la zona que las prohíben. Asegura que “dun mes para aquí aquelo encheuse de prendas e tivemos que avisar a Autoridade Portuaria, porque é imposible sacar todo que alí hai”. De hecho añade, “teñen que cambiar o cercado, e esperamos que a primeiros de xuño xa esté cambiado”. La regidora apela además al civismo de los caminantes para acabar con estos malos hábitos.