Cadáver calcinado en A Estrada: el hombre murió mientras realizaba una quema de rastrojos

El cadáver calcinado de un hombre apareció la tarde de este martes en una parcela de Santa Cristina de Vea, A Estrada, en torno al punto kilométrico 16 de la PO-841. La voz de alarma la daba un particular en torno a las 14:20 horas, que llamaba al 112 para avisar del avistamiento de una columna de humo que se observaba desde las proximidades de esta parroquia.

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Inmediatamente después, desde el Centro Integrado de Emergencias Galicia 112 se avisó al Distrito Forestal correspondiente, que en seguida envió a miembros del servicio de extinción de incendios de Medio Rural para examinar la zona. Minutos más tarde, mientras los bomberos trabajaban para aplacar el fuego, se notificaba el hallazgo del cuerpo calcinado por las llamas. Esto ocurría cerca de las 15.00 horas.

Tras conducirse el hallazgo, se procedió a notificarlo a la policía judicial de la Guardia Civil de Lalín, que se hizo cargo de la investigación para determinar las causas en las que se produjo la muerte. Además, también se acercaron al punto del incendio los servicios sanitarios del 061 y la Policía Local.

La presencia de un vehículo en la parcela, que pertenecía al propietario de la misma, ya apuntaba en las primeras hipótesis a la posibilidad de que el cuerpo encontrado en el incendio fuese, precisamente, el del dueño del terreno. Este extremo pudo ser confirmado por fuentes de la comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra.

Último dueño del Aturuxo

De este modo, el fallecido es un varón de unos 75 años de edad, vecino de Santa Cristina de Vea. Se trataría del último dueño del bar Aturuxo, un local emblemático de la Zona dos Viños de A Estrada, que lleva varios años cerrado. El hombre, jubilado, todavía solía frecuentar el local, aunque este ya no estuviese abierto al público.

En torno a la zona a la que trabajaban los operativos se congregaban grupos de residentes de las proximidades para comprobar qué ocurría, alertados por el humo y el amplio despliegue de medios. Desde primera hora de la tarde, familiares y conocidos de la que se presuponía víctima del accidente se desplazaron al lugar a la espera de pode corroborar su identidad. Según comentaban, era habitual que el hombre pasase tiempo en esta finca heredada de su padre, donde no hay ninguna construcción, pero sí varios aparejos agrarios.

En cuanto a las circunstancias en las que se produjo la muerte, la investigación señala a un accidente como la principal causa. El septuagenario se encontraría realizando una quema de rastrojos cuando, a causa del viento de la jornada, las llamas se habrían avivado, dando lugar a la extensión del foco y la posterior tragedia. En este sentido, cuando los bomberos consiguieron apagar el incendio, este había quemado una extensión de unos 1.000 metros cuadrado (0,1 hectáreas).