Entrevista

Paco Damas, creador de 'Invisibles-Las Sinsombrero': “Violencia de género es tener escondidas a las poetas que canto”

El músico jienense lleva años poniendo voz a aquellas mujeres de la cultura y el arte que hace un siglo se rebelaron contra la subordinación y el silencio que les imponían los hombres. Ahora recoge algunas de sus ultimas creaciones en un nuevo álbum en el que colaboran desde Vetusta Morla hasta Estrella Morente o Nena Daconte

El músico Paco Damas.

El músico Paco Damas. / EFE

Juan Cruz

Juan Cruz

Su pasión es rescatar las palabras y la música de artistas que han sido preteridas, primero por la Guerra Civil y luego por el absoluto olvido que puso antes lo que crearon los hombres que aquello que ellas hicieron para contar, como mujeres, su manera de ver la vida, de compartirla y de luchar por ella.

Paco Damas, que trabaja en esa pasión de rescate desde hace años, es músico granadino que ha cantado a poetas como Miguel Hernández, Blas de Otero, Lorca o Antonio Machado. Para llevar a cabo su trabajo de dignificación musical de la poesía tuvo colaboradores como Caballero Bonald, Juan Gelman o Luis Eduardo Aute, y voces como las de Pastora Soler, Rozalén o Carmen Linares.

A él se debe el disco Invisibles-Las Sinsombrero 2, y con ese bagaje en la mochila viaja por toda España, o por donde se lo pidan, haciendo de las palabras de artistas como Zenobia CamprubíCarmen de BurgosMaría LejárragaPilar de ValderramaMaría ZambranoConcha Méndez o María Teresa León, sonido de este tiempo, memoria de aquellos años en que decir los nombres de cada una de ellas era desafiar un vacío amenazado.

Las Sinsombrero fueron aquellas artistas que desafiaron, en los años veinte y treinta del pasado siglo, la prohibición de destocarse que pesaba sobre las mujeres. En concreto, las artistas, la mayoría poetas, representadas en el disco de Damas, desafiaron a las autoridades y recibieron ese nombre que aún hoy tiene resonancias de una época en que las mujeres luchaban incluso por ese gesto: ser libres de quitarse el sombrero.

En su último libro, Una historia compartida (Con ellos, sin ellos, por ellos, frente a ellos. Plaza y Janés), Julia Navarro destaca esta propuesta de Damas en medio de una diatriba a favor de aquellas y de otras mujeres (españolas, extranjeras) que lucharon, como Las Sinsombrero, por la libertad de existir como artistas o pensadoras. Y estos días Televisión Española destinó minutos de su telediario nocturno a poner de relieve la oportunidad con la que el músico de Granada se ha dedicado a esta reivindicación de la libertad de la mujer.

En la conversación que sostuvimos con Damas en la redacción de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, él manifestó su desconcierto ante la escasa repercusión que ha tenido su esfuerzo. Aquellos ecos recientes de su trabajo vienen a aliviar su rabia por ese descuido con que los medios han recibido la propuesta de alguien que, por la calidad de su esfuerzo, ha sido nombrado Músico y Embajador por la Paz, además de ser premiado con el Menina por su labor contra la violencia de género. Durante años, además, ha viajado por la llamada España vaciada llevando esta música de testimonio e igualdad. 

P. ¿Por qué eligió la poesía para su música?

R. Tal vez porque soy un voluntarioso. Desde que era niño la música siempre ha estado presente en mi vida. La música y la guitarra. Pero sabía que eso no iba a dar de comer a una familia humilde como la mía. Entonces estudié medicina y durante un tiempo ejercí. Hice la especialidad de psicoterapia y fue ahí, mientras todavía estudiaba, cuando hice un proyecto sobre Rafael Alberti y me salieron muchos conciertos y ahí dije: bueno, pues a lo mejor estaría bien dedicarme a la música. Y… ya llevo ocho discos. Son ocho discos que me han permitido cantar, por ejemplo, a poetas medievales para hacerlos contemporáneos. Hacerlos pop, digamos. También hice un disco sobre el Quijote, en el que escogí doce poemas del Quijote para hacerlos pop. Luego hice un disco sobre Miguel Hernández y, en el año 2012, en Córdoba, di con una antología de poesía de mujeres y me quedé en shock. Eran mujeres con una biografía poderosa y una literatura altísima. Entonces dije: ya todos hemos cantado a Lorca, a Miguel Hernández… ahora hay que cantarlas a ellas. Bueno, pues ya llevo más de mil conciertos con este proyecto. En el 2017 salió la primera parte, Las sinsombrero, donde canto a ocho mujeres a ritmos contemporáneos y acompaño el disco con un material didáctico para que los chicos conozcan la literatura femenina a través de mi música. Son actividades desarrolladas a través de un grupo de profesores de Castilla La Mancha destinadas a los centros educativos y así, además de hacer conciertos para adultos, también hago conciertos para niños y adolescentes en toda España, financiados por instituciones, ayuntamientos...

P. ¿Lo hace por vocación o por puro trabajo?

R. Porque amo la música. Porque tengo un discurso de solidaridad. Porque pienso que el mundo puede ser mejor con mi música, con lo que difunda sobre los poetas. Eso hace que la gente salga de mis conciertos sensibilizada y las mujeres empoderadas. Después de aquel disco de 2017 retomé a más mujeres que habían estado opacadas, como María Zambrano, Pilar de Valderrama, María Lejárraga o Carmen de Burgos.

Una imagen de las Sinsombrero.

Una imagen de las Sinsombrero.

P. ¿Y cómo adapta la música a la poesía?

R. Cada poema te pide algo. Hay poemas que te llevan a latidos pausados, melódicos, otros te piden viveza o rock o una balada. Yo me encierro en mi despacho con mi guitarra y voy trabajando con los poemas que he seleccionado previamente.

P. Antes de encontrar a estas mujeres, ¿qué había en su música?

R. Autores masculinos. Hice un disco íntegro sobre Juan Ramón Jiménez y así… Pero no he sido muy visible en los medios de comunicación porque, ya sabes, la cultura no vende. Ahora si no llevas al lado a un reguetonero, no te toman en cuenta. Eso es así.

P. ¿O sea que le importa el éxito?

R. No. Lo que me importa es que la gente descubra la obra de todos estos grandes autores.

P. ¿Y qué es lo que quiere que los chicos aprendan?

R. Con este proyecto, la igualdad. Y también luchar contra la violencia de género. Para mí, violencia de género es tener escondidas a todas estas mujeres. El problema de la igualdad está en la educación. O, mejor dicho, con la educación se puede resolver. Educación en casa y en el colegio.

P. ¿Y siente que convence a alguien?

R. Sí, claro. Cada vez somos más los convencidos. Lo que pasa es que el tema está muy politizado y creo que eso no ayuda. La igualdad no es algo de derechas ni de izquierdas, es cosa de todos.

P. ¿Quiénes son sus maestros?

R. Sabina, Aute, Hilario Camacho, Amancio Prada… Luis Cernuda, que me apasiona. Y últimamente Concha Méndez, María Teresa León, Ángela Figuera… Hoy en los colegios se estudia literatura masculina en cinco folios y literatura femenina en uno o ninguno. Apenas se está empezando a visibilizar a todas estas autoras.

De la Generación del 27, por ejemplo, todos los hombres son visibles, ¿pero las mujeres? Yo hago lo que puedo para visibilizarlas"

P. Bueno, pero también hay autores hombres que han sido escondidos en la historia de la literatura…

R. Pues me cuesta pensar en nombres de hombres en esa situación. De la Generación del 27, por ejemplo, todos los hombres son visibles, ¿pero las mujeres? Yo hago lo que puedo para visibilizarlas. Yo no concibo la música como un show-business y ya. Para mí la música tiene que trasmitir algo, enseñar algo.

P. ¿Y qué dicen las mujeres que usted canta?

R. Concha Espina dice: "yo soy una mujer que nació poeta y busco un punto que no existe". Eso lo decía en 1903. Pilar de Valderrama, la musa de Antonio Machado, dice: "el beso que nunca se dieron tu boca y la mía", refiriéndose a Machado. Y así sucesivamente. Cenobia Campubrí dice: "la vida es un poco de esperanza y un poco de odio".

P. ¿Ahora mismo qué está preparando?

R. Estoy reposando lo que he hecho y buscando a autoras latinoamericanas, porque hasta ahora me he ocupado de las españolas, y ya he encontrado algunas, como Rosario Castellanos, Dulce María Loynaz, Gabriela Mistral… autoras así. Espero que les interese a los latinoamericanos. Espero poder hacer una gira con este nuevo trabajo, pero no quiero hablar mucho de esto porque hay gente que me copia las ideas.

P. De todos los versos a los que le ha puesto música, ¿cuál se ha quedado en usted?

R. Un poema de Sagrario Torres, una poeta de Valdepeñas que hace un homenaje a las personas mayores: “En el pico de un banco está sentada. / No quiere molestar. No mira al frente. / No la turban los ruidos ni la gente. / La tela que la cubre está gastada. / Es blanca su cabeza mal peinada. / Veo de su perfil sólo un pendiente. / Y un zapato sin brillo, indiferente. / A la media tupida y descolgada/ (…)”.